Crónica de la ascensión y descenso del Alpe D’Huez

Crónica de la ascensión y descenso del Alpe D’Huez, subida mítica del Tour de Francia. Montaña ubicada en los Alpes franceses con 2.080 metos de altura. Ruta realizada con bici de carretera (para emular a los grandes del Tour de Francia) por los miembros comunitarios Alino y Alonsojpd. Ruta realizada el 17 de agosto de 2010.

Salimos con el coche desde Molina, a 1.200 kilómetros de Lyon, nuestro primer objetivo era dormir unos días en Lyon antes de ir a los Alpes, a unos 150 km de Lyon con el coche para realizar la mítica subida al Alpe D’Huez. No nos llevamos las bicis en el coche porque sabíamos que por allí se podían alquilar bicis y hubiera sido un engorro tener que transportarlas tan lejos.

Tardamos unas 12 horas en llegar a Lyon, allí nos esperaba un amigo, con la casa preparada para pasar unos días. Realizamos turismo por Lyon durante tres días, mientras nos íbamos mentalizando de la subida al Alpe D’Huez. Al cuarto día este amigo nos llevó a las inmediaciones del Alpe D’Huez, a un pueblo cercano donde había bicis para alquilar. Este amigo francés nos convenció para realizar la subida en bici de carretera. Aquí empezaron los problemas. Nunca antes había subido en una bici de carretera, siempre de montaña, para mí era como si no supiera montar en bici, efectivamente, al subirme quería tirarla, el cambio totalmente diferente, la postura totalmente diferente, todo lo extrañaba y a cada pedalada, más me cabreaba con Alino, que no se opuso a usarlas. Pues bien, alquilamos las bicis, a 25 euros cada una de ellas, muy a mi pesar de carretera, pero por no dar la nota acepté (no sin mostrar mi cabreo, sobre todo porque estábamos perdiendo el espíritu de esta nuestra comunidad).

Salimos con la bici de carretera, el Alino y el Alonsojpd, desde este pueblo, Le Bourg-d’Oisans, a unos tres kilómetros del inicio de la subida al Alpe D’Huez. Realizamos unos kilómetros de calentamiento yendo por la carretera que sube al Galibier, pero el Alino, al ver un caracol grande paró y decidió dar la vuelta, sobre todo por los coches, que pasaban rápidos y cerca de las bicis. Así pues, con unos 5 kilómetros de calentamiento, iniciamos la subida al mítico Alpe D’Huez.

En la primera rampa ya había puesto el desarrollo máximo del bici de carretera, acostumbrado a los piñones grandes de la de montaña. Fue entonces cuando sentí que no podría subir el Alpe D’Huez, pues si al principio ya estaba usando el desarrollo máximo, en cuanto viniesen las rampas duras tendría que bajarme. pero en fin, por no matar a palos al Alino, artífice de la bici de carretera, apreté los dientes, me quejé y seguí subiendo.

La subida es siempre con la misma inclinación, con la ventaja de que va haciendo eses y en la curva de cada ese hay pequeños descansos donde la inclinación cesa y se pueden descansar las piernas durante cinco o seis segundos. Por lo que a mitad de la subida me empezaba a animar, al no ver las rampas duras aparecer.

Seguimos subiendo, paramos unos segundos a echarnos unas fotos y a comer algunas barritas energéticas y continuamos subiendo, siempre reservando a la espera de las rampas duras que suponíamos habrían en los kilómetros finales. Íbamos pasando una a una las 21 curvas de herradura que conforman la subida al Alpe D’Huez, nos encontramos muchos ciclistas de todas las edades, era como un paraíso turístico de la bici. Gente haciendo fotos y dándonos una cartulina con un código para luego descargarlas previo pago, todo muy turístico.

Pero ¿dónde estaban las rampas duras? ¿cuándo empezaríamos a sufrir como en toda subida que se precie? seguíamos subiendo y casi sin sufrimiento llegamos a la estación de esquí, sorprendidos vimos que la meta del Tour de Francia estaba a unos trescientos metros.

Sin duda una subida sencilla para alguien que coja la bici con una cierta regularidad, subida de 13 km, eso sí, casi sin descansos (salvo los de las curvas de herradura) y subida larga, pero bastante sencilla. Puesto que nos pareció poco, continuamos subiendo hasta que se acabó la carretera, en el lago Besson (Lac Besson). Donde vimos muchas sendas para bici de montaña y muchos biker de mtb ó bt subiendo en el telesférico para realizar el descenso del Alpe D’Huez por las trialeras de la zona.

Como digo, una subida relativamente sencilla, comparada con otras a las que estamos acostumbrados los ciclistas de montaña, como Carrascoy, la Pila, Ricote, Sierra Espuña, etc. La subida del Alpe D’Huez es más larga que las anteriores pero bastante más sencilla.

Tal vez la bajada, al menos para mí, sí resulto más desagradable, por la postura de la bici de carretera, muy diferente a la de montaña y por las curvas, que bajando a 50 km por hora, con los coches y demás fue una bajada peligrosa.

Una vez realizado el descenso, teníamos en mente, dada la sencillez de la subida, de ir hacia el Galibier, otra de las subidas míticas del Tour de Francia, cercana (a unos 30 km) al Alpe D’Huez, pero una rotura de la cadena de la bici y el que no nos daría tiempo a subir porque había que entregar las bicis nos hizo cambiar de idea y dejarlo para otra ocasión.

Estoy casi convencido que incluso el miembro comunitario Juanolín habría podido realizarla.

Tengo que decir como cosa pisitiva de la subida es que nos permitió disfrutar del paisaje, nos daba tiempo a ver la zona, bastante bonita con las nieves perpetuas, el paisaje es precioso.

A continuación os muestro los datos técnicos de las ascensión al Alpe D’Huez, realizada por la Comunidad Biker el 17 de agosto de 2010:

• 42 km.
• 5 horas.
• 1.100 metros de desnivel acumulado.
• El track GPS: