Hola amigos de Comunidad Biker MTB, soy la comunitaria Natalia y en esta ocasión os quiero relatar la exigente pero bonita ruta realizada junto a los comunitarios Juan Caride y Antasis en este soleado domingo 25 de Septiembre de 2016, mientras el resto de comunitarios se encontraban por tierras de Fortuna realizando la dura marcha BTT de la Sierra de la Pila.

Aunque como bien dice nuestro querido presidente Alonso, no hay marchas imposibles y todas son perfectamente realizables al ritmo y con la prudencia adecuadas, lo cierto es que cuando recientemente te has roto varios huesos importantes de tu cuerpo en un corto periodo de tiempo, inevitablemente le coges cierto respeto/miedo a las caídas y te vuelves menos osado… Aunque desde aquí me comprometo a acompañar a mis comunitarios en futuras marchas, pues siempre es un placer compartir esos momentos con ellos. Pues bien, por este motivo, algunos comunitarios habíamos decidido no acudir a dicha marcha y proponer como alternativa una ruta que fuera un poco más larga y exigente de lo habitual pero sin partes técnicas.

Iniciábamos la mañana a las 8:34 en la salida oficial de Murcia: el puente del Inacua. Cogimos rumbo camino del Salabosque hacia la Alberca, donde giramos para llegar a El Palmar. Antasis y yo íbamos un poco callados, pues era LA primera vez que afrontábamos la subida al Matahombres e íbamos un poco dudosos. Juan Caride, que es muy gracioso él, iba todo el camino riéndose de nuestras caras, pues como posteriormente reconoció, no daba un duro por nosotros. Sinceramente, esa mañana yo tampoco… Venía de una semana de reposo por un resfriado mal curado, había salido el día de antes en una ruta de ciclismo de carretera con el C.C. Mamba Negra, junto a los comunitarios Anto, Caride y Kronxito e iba un poco cansada y con las piernas algo cargadas. Tanto es así que miré en varias ocasiones mis ruedas para comprobar que no estaban pinchadas…

Llegamos a San José de la Montaña y empezamos a coger la subida por asfalto que nos llevaría al inicio del Matahombres. Poco antes de llegar, Juan nos indica que en ese punto suelen hacer una parada antes de afrontar la dura subida para echar un trago de agua. En este momento observo que ya llevo casi todo el desarrollo metido a falta de dos coronas… Y aún no he llegado al Matahombres… Mal pintaba la cosa…

Llegamos al inicio del Matahombres. Juan nos había advertido de los puntos negros de esta subida. Uno de ellos era la primera parte de la subida, donde además de la fuerte inclinación de la pendiente (24%), se juntaba un terreno bastante roto y suelto, por lo que era muy fácil perder la trazada y tener que poner el pie y que era probable que tuviéramos que realizarla a pie. Comenzamos a subir con Juan a la cabeza, seguido de Antasis y por último yo. Cuando estábamos terminando esta primera parte, observo que Antasis hace amagos de querer poner pie a tierra. Lo animo efusivamente para que no lo haga y continúe, pues ya quedaba poquito y porque si él hubiera parado, me hubiera obligado a poner el pie a mí. Finalmente conseguimos pasar esta primera parte encima de nuestras bicis y sin poner el pie. Como llevo algo más de ritmo que el comunitario Antasis, lo adelanto y continúo mi subida en solitario, ya que Juan en un primer momento se queda acompañando a Antasis.

mirador

Como esta subida era nueva para mí y por tanto no la conocía, la afronto con cautela y tranquilidad, pues además sabía que esto simplemente era el inicio de una ruta de más de 60kms y más de 1.600m de desnivel… Había que reservar energías. En la última parte de la subida me alcanza el comunitario Juan y realizamos juntos este último trayecto. De repente llegamos a la rampa final y, aunque durante el resto de la subida habíamos ido hablando y bromeando, para esta cuesta no hay pulmón posible que te permita hablar… Se trata una rampa no sólo muy inclinada sino otra vez con el terreno muy roto y suelto, por lo que es fácil perder tracción y hay que ir concentrado en la trazada. De repente empiezo a notar que la pendiente cede y empieza a allanarse y Juan me dice «¡Ale, Ya puedes poner pie a tierra, Hemos llegado!».

Como al comunitario Antasis aún le quedaba un rato, nos sentamos a esperar mientras nos tomábamos una barrita. A los 8-10 minutos empezamos a preocuparnos, pues Antonio no llegaba… Justo cuando nos disponíamos a bajar en su búsqueda, apareció triunfante subido en su bicicleta ¡También había superado el reto del Matahombres! Le dejamos unos minutos para descansar y  recuperar energías y procedimos a continuar la ruta rumbo al Relojero, descendiendo el ONO y volviendo a subir por la zona de la Pestosa, Dorian y Tierras Rojas. Una subida muy bonita por pista ancha, con algunos tramos algo más exigentes que engancha con la parte final del Sequén.

Finalmente llegamos al Relojero y decidimos subir directamente a las antenas y hacer un descanso a la bajada a la explanada. Afrontando la última rampa de esta parte nos cruzamos con un comunitario al cual no conocíamos pero que nos anima con un «¡Vamos comunitarios!». Al llegar a las antenas observamos que hay una multitud de mujeres vestidas iguales. Se trata de la grupeta de las «Amigas Bikers» que estaban realizándose la foto oficial del grupo. Entre ellas se encontraba mi amiga y ex compañera de club Rebe Stiles, así que me paré un ratito a hablar con ella mientras Juan grababa y hablaba con el resto de chicas.

Bajamos otra vez a la explanada o zona de los plátanos donde hacemos un breve descanso para comer algo y echar un trago de agua. En este momento se nos acerca un grupo de seguidores que nos reconocen por nuestros nombres, nos saludan y charlan un ratito con nosotros. Juan y yo quedamos bastante sorprendidos del hecho de que se supieran nuestros nombres, que supieran que Juan siempre suele salir con Laura, que yo era ciclista de carretera y pertenecía la C.C. Mamba Negra… Pudimos comprobar el enorme poder de internet y las redes sociales.

Volvemos a emprender la marcha para afrontar la última parte de la ruta. Bajamos por Los Puros y posteriormente por los Serrano hasta llegar al Garruchal. En el cruce de San José iniciamos lo que sería la última subida del día: la Tana. La Tana ya de por sí es una subida algo exigente, ya que tiene partes con algo más de desnivel que los Puros o el Sequén. Además ya eran las 13h y empezaba a hacer mucho calor. Juan y yo la fuimos subiendo juntos a un ritmo tranquilo, pues ya íbamos cansados y hambrientos. El comunitario Antasis tenía una deuda pendiente con esta subida, pues la anterior vez que nos acompañó se le atragantó un poco y tuvo que subirla a pie casi todo el trayecto. Así que decidimos dejarlo un poco a su aire para no agobiarlo y esperarlo al final de la Tana en el cruce con el Relojero. Finalmente consiguió llegar muy contento porque en esta ocasión había tenido que hacer a pie un trayecto mucho más corto que la vez anterior, teniendo en cuenta además el desnivel que ya llevaba acumulado en las piernas.

Continuamos la última parte de subida hasta llegar a la explanada del Relojero y, tras haber conseguido el reto, bajamos felices y contentos por el Sequén y vuelta por el mismo sitio hasta llegar al punto de encuentro inicial: el Inacua. Aquí hicimos la última parada antes de despedirnos para ya relajadamente tomarnos un refrigerio y recuperarnos un poco charlando tranquilamente.

aperitivo

Y eso ha sido todo lo acontecido en esta bonita ruta. Yo personalmente me lo he pasado genial, he disfrutado muchísimo tanto del paisaje como de la compañía de Juan y Antonio, nos hemos reído mucho y pasado una mañana de domingo inmejorable. Esperando ansiosa a que llegue la próxima salida con mis comunitarios.

Vuestra comunitaria Natalia.

 

  • Vídeo resumen de la ruta MTB:

  • Fotos de la ruta MTB: