Crónica de la ruta MTB Rellano Sierra Pila Caramucel Hoya del Campo Moaire Casa Castillo con estreno de monoplato por parte de Paquito206

Estimados comunitarios, íbamos echando de menos esas rutas largas de días festivos o fines de semana en la Comunidad. Esas con un punto de exploración e investigación por zonas desconocidas para nosotros. El comunitario Patrick, experto en realizar trazados, nos preparó una ruta de unos 80 kilómetros y unos 1.800 metros de desnivel. Anunciamos en el foro dicha aventura y pusimos a disposición de quien quiera el track gps (en formato GPX).

La idea era salir desde la sede de la Comunidad en Molina de Segura (Murcia, España) y dirigirnos, en coche, con las bicis cargadas en el portabicis de bola de remolque, hacia El Rellano o bien el inicio del camino de San Joy. Cualquier opción sería buena para iniciar esta ruta.

Como el comunitario Patrick no pudo asistir a la ruta, optamos por ir al Rellano y dejar los coches a buen recaudo. Partiríamos desde allí hacia la Hoya Marzo para salir al camino de San Joy.

Llegamos al Rellano, los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Paco y el nuevo comunitario Sergio. Aparcamos los coches, descargamos las bicis, nos echamos las mochilas con abundante agua y comida (la ruta se preveía larga) y nos dispusimos a empezar a pedalear sobre nuestras bicicletas.

El comunitario Paquito206 estrenaba monoplato. Ha pasado su bici biplática a monoplática. Serían los primeros kilómetros con este nuevo sistema de transmisión.

La primera parte de la ruta la conocemos, por lo que no hizo falta cargar el track GPS a seguir en la app de mi móvil ni en los dispositivos GPS del resto de comunitarios. Subimos por el Rellano hacia la Hoya Marzo. La cruzamos y nos dirigimos hacia el camino de San Joy que sube a la sierra de la Pila. Antes de llegar, la comunitaria Patricia estuvo a punto de hacer un Patricia. Se nos perdió en un cruce y amenazó con darse la vuelta si volvía a suceder.

Pasamos al camino de la sierra de la Pila y entramos en el track original marcado por el comunitario Patrick. Fuimos subiendo y subiendo, desde el kilómetro 4 al 13 no pararíamos de subir. Una subida llevadera, por pista forestal, con pendientes medias del 15%.

Fuimos hacia el camino de la Fuente del Lobo, hacia el Caramucel. No llegamos a entrar porque la ruta era larga. Justo en esta subida el nuevo comunitario Sergio sufrió una cruda realidad. Se le salió la cadena y quedó obstruida entre la corona de piñones y los radios. El mecánico en ruta Paquito206 se acercó junto con Paco a ayudarlo y solucionar su cruda realidad.

Llegamos a las imponentes paredes verticales de roca del Caramucel. Siempre que pasamos por allí nos detenemos a admirar su belleza. Alguien exclamó: ¡ahí arriba se ve una cueva!. Y tras eso vino la pregunta clave ¿subimos?… La respuesta no tardó en llegar «pues claro, ya que estamos aquí…».

Ocultamos las bicis entre la vegetación de la cuneta del camino y emprendimos el ascenso en dirección a la cueva. Pasamos de ciclismo a senderismo en menos de 20 segundos. No había senda por lo que fuimos buscando huecos entre la vegetación de la ladera de la montaña. Paradójicamente, conforme nos íbamos acercando a la cueva, que desde abajo parecía estar cerca, parecía alejarse. Llegamos por fin a unos pocos metros. Fue entonces cuando nos encontramos con una pared de más de dos metros de pura piedra vertical. Desde abajo parecía un escalón de medio metro. Inspeccionamos la zona para ver por dónde subir. Unos comunitarios fueron hacia la vertiente derecha y otros hacia la izquierda.

Oculto, entre las piedras, había un hueco por el que se apreciaba que hace años pasaron ovejas y personas. Por aquí llegamos a la cueva. No era muy profunda, apenas tres metros. Estaba completamente negra, probablemente sería el lugar donde los pastores pasarían las noches, encendiendo el correspondiente fuego. Inspeccionamos esa zona, impresionados y sobrecogidos por tener esa pared de piedra sobre nuestras cabezas. Mirábamos arriba y nos mareábamos. Unas vistas maravillosas. Se notaba que por allí habían dormido miles de ovejas y cabras. Aún olía a ellas y, probablemente, hacía décadas que no se usaba para la trashumancia.

Nos echamos las correspondientes decenas de fotos y grabamos varios vídeos. El lugar y el esfuerzo en subir a pie lo merecían. Incluso se oía el típico eco del piar de los pájaros sobrevolando estos acantilados. Hubo un momento que nos dio hasta miedo.

Emprendimos el descenso a pie, aprovechando la vegetación de freno para bajar y regresar al camino. Estuvimos casi una hora investigando la cueva y la zona de paso de la trashumancia. Meditamos y analizamos la situación. Sabíamos que ya no podríamos seguir la ruta de Patrick, por lo que a partir de aquí fuimos improvisando el recorrido.

Nos dirigimos, con viento, hacia un mirador que tiene la sierra en la otra vertiente, con vistas al valle de Ricote, a Cieza, Hoya del Campo y la sierra de Ricote. El comunitario Paquito206, que conocía la zona, nos aseguró que el mirador estaba cerca. Teníamos hambre y nos dijo que almorzaríamos pronto. Pero las distancias siempre son subjetivas y relativas. No se miden en kilómetros del sistema métrico decimal. Un kilómetro para Paquito206 puede equivaler, en esfuerzo, a 3 para otra persona y viceversa. El mirador no llegaba, pero las vistas y el nuevo camino merecían el esfuerzo.

El camino pasó a senda ciclable y la senda ciclable pasó a no ciclable. Dejamos las bicis aparcadas y andamos unos metros hasta el mirador. Vimos un águila inmensa que casi pasaba por encima de nosotros, se dio la vuelta justo a unos 50 metros ¡majestuosa!. Iba aprovechando las corrientes de aire caliente ascendente. Sin apenas mover las alas ascendía rápidamente y se perdía en el horizonte.

Nos estaba esperando una gran piedra plana, justo al borde del precipicio. Hacía algo de viento pero en esa zona estábamos un poco protegidos. Nos sentamos y abrimos las mochilas para sacar el almuerzo: manzana, sándwiches y barritas. Almorzamos tranquilamente, agradecidos por las espléndidas postales que nos regalaba esta piedra. Abajo y a lo lejos se veían las diferentes tonalidades del otoño: amarillos, marrones y verdes. Veíamos un embalse de agua que no conocíamos, probablemente siempre estaría vacío y ahora lleno tras las lluvias torrenciales del DANA.

Tras el almuerzo y las decenas de fotos y vídeos volvimos a las bicis. Hacía bastante viento arriba y empezábamos a enfriarnos. Anduvimos esos 100 metros no ciclables y volvimos al camino. En ese punto decidimos bajar en dirección Cieza por el Barranco Gordo o la Cuesta de la Muerte. Otra parte de la Sierra de la Pila desconocida para nosotros. Retrocedimos unos kilómetros por el mismo camino hasta encontrarnos con un cruce y girar a la izquierda.

Hasta este punto habíamos hecho unos 20 kilómetros y casi todo subida. Tocaba descenso por esta pista forestal. Íbamos despacio por miedo a encontrarnos desprendimientos de piedras (que los había y muchos) por las fuertes lluvias. También había zanjas y socavones. Pero en general el camino estaba perfecto y la montaña en esta parte también es muy bonita.

Llegamos abajo y fuimos a salir a la autovía, justo en el punto donde la ruta ideada por Patrick regresaba a casa. Nos habíamos «saltado» unos cuantos kilómetros, habíamos hecho la parte inicial de la ruta y optamos por hacer la parte final también.

Fuimos siguiendo el track de Patrick, mucho mejor que volver por la la carretera de la vía de servicio. El track iba por los caminos de las faldas de la sierra. Cruzaba alguna que otra plantación de frutales, pero todo por camino y sin las temidas vayas. Solo tuvimos que empujar las bicis al cruzar una rambla. Seguramente antes de las lluvias era ciclable. Nos encantó este recorrido, en algunas ocasiones nos adentramos un poco más en la sierra, haciendo algún repecho, entre los pinos. Muchísimo más agradable que circular por carretera.

En un principio íbamos a visitar la fuente del Javé, pero mirando la hora y los 10 kilómetros que nos quedaban para dar la vuelta completa lo dejamos para otra ocasión.

Volvimos por la carretera del la Estación de Archena al Rellano. Aunque es asfalto está tan roto en algunos tramos que parece camino y apenas pasan coches. En los Coloraos, a unos 3 kilómetros del Rellano, giramos a la derecha para bajar a la Poza. El comunitario Paquito206 quería probar su monoplato en una subida del 20% de inclinación.

En La Poza paramos a echarnos la foto de rigor con las palmeras al fondo y emprendimos el último repecho de la mañana hacia Los López. Lo subí el primero para grabar a los comunitarios y en especial al comunitario Paquito206, para ver qué tal le iba con su monoplato. Según decía subió perefectamente, no echando en falta el biplato. Aunque en su caso no es una opinión muy objetiva porque con el biplato apenas usó el plato pequeño, siempre iba, en su cabezonería, con el plato grande, retorciendo la cadena cuando la ponía en el piñón grande.

Visitamos a la María del Coto y a los nietos y biznietos de la Chispa Trepadora y regresamos a los coches. Llegamos a la hora perfecta para cargar las bicis, regresar a Molina de Segura, ducha y comida.

Una ruta improvisada y genial, visitando una zona de la sierra de la Pila nueva para nosotros. Muy bonita. Nos encantó. La compañía de los comunitarios excelente.

Hicimos unos 53 kilómetros con 1.300 metros de desnivel acumulado y 6 horas de pura diversión. Solo nos faltó, por poner alguna «pega», hacer el review de la bicicleta del nuevo comunitario Sergio, íbamos muy justos de tiempo. Lo haremos en la próxima ocasión.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

• Ruta MTB Caramucel exploración cueva y estreno monoplato:

• Descarga del fichero GPX del track GPS de la ruta MTB.
• Fotos de la ruta MTB BTT BXM XCM:

• Track GPS de la ruta MTB BTT BXM XCM: