Estimados comunitarios, una de las grandes ventajas de disponer de autocaravana es que no necesitas planificar los viajes. En este fin de semana, del 19 y 20 de octubre de 2019, hasta el sábado en la mañana no teníamos la certeza de poder irnos de viaje. Los estudios, los trabajos y la familia nos dejaron con la duda hasta el último momento. Una vez que vimos la posibilidad y sin necesidad de planificación únicamente compramos algo para la cena, el desayuno y la comida y poco más. El destino sería Letur en Albacete. Lo anunciamos en el foro de la web comunitaria, como es costumbre.
En estos viajes de dormir una noche, hacer ruta de ciclismo de montaña a la mañana siguiente, comer y volvernos por la tarde apenas tenemos que preparar cosas: cargar las bicis en el coche para ir hacia el garaje de la autocaravana Peperota Viajera, comprar alguna cosa para cenar, desayunar y comer, las equipaciones y demás enseres de ciclismo y muy poco más.
En este caso nos acompañaron en el viaje los comunitarios Alonsojpd (conductor de la Peperota Viajera), Patricia Carmona (copiloto), el comunitario anónimo K. y la comunitaria anónima M.A.. Los comunitarios anónimos harían ruta de senderismo y los demás de ciclismo de montaña.
En el garaje de la Peperota Viajera llenamos el depósito de agua, cargamos las bicicletas en la autocaravana, el equipaje (el justo para una noche y un día) y partimos hacia Letur (Albacete).
En menos de una hora y media estábamos en pasando por el pueblo. Como siempre que viajamos en autocaravana, antes de ir al sitio elegido, toca un pequeño trabajo de investigación previo. A nosotros particularmente no nos gusta ir a los camping, salvo excepciones. Procuramos buscar alguna alternativa, algún descampado o alguna calle ancha. Siempre intentando no molestar, no aparcar en lugares prohibidos y que no haya muchos ruidos. Alguna vez hemos aparcado cerca de carreteras, como en Serra y suele ser molesto el ruido de los coches y motos. Otras veces hemos aparcado en calles anchas, como en Polop, otras en descampados a las afueras de algún pueblo, como en Ruidera. En este caso, mediante Google Maps con su vista satélite y con Google Street View, o en parking con espacio suficiente, como en Alcalá del Júcar y en Sierra Nevada. En este caso, tras buscar por el pueblo de Letur y ver que no había posibilidad, en las afueras, cerca de la gasolinera, había una zona que tenía muy buena pinta. Lo suficientemente alejada de la carretera y amplia.
Por supuesto, una cosa es verlo en modo satélite desde tu casa y otra es la realidad actual. Las fotos de satélite pueden tener varios años y el sitio puede haber cambiado. Así que siempre que vamos en improvisación con el aparcamiento, antes de llegar, observamos otros posibles sitios donde dormir, un plan B, por si falla el plan A. En este caso vimos un par de sitios a las afueras de Letur y al llegar al Plan A, en las cercanías de la gasolinera, no tuvimos duda. En el aparcamiento de una fábrica y tienda, El Cantero de Letur, era amplio y estaba abierto. Nos colocamos donde no molestáramos, lo más lejos posible de la carretera y de la propia fábrica.
Tras aparcar hacemos la exploración e inspección del perímetro de la autocaravana. Escuchamos posibles ruidos, vemos bien el lugar. Nuestra intención es no molestar a nadie y que nadie nos moleste, únicamente los grillos de la noche, la lluvia, el viento y otros fenómenos naturales o animales. La fábrica tenía algunos motores pero el ruido no llegaba a la autocaravana.
Nos gustó el sitio, la «anclamos» con el freno de mano y la primera marcha metida. Pusimos los parasoles, nos pusimos las zapatillas y nos fuimos a visitar Letur. Cuando vas con autocaravana hay que tener en cuenta que si has encontrado un sitio donde aparcarla y la aparcas ya no se suele mover. Así que la dejamos ahí y nos fuimos andando al pueblo, a Letur, que nos quedaba a un kilómetro. El comunitario anónimo K. se quejó un poco de tener que andar, pero pudo superarlo una vez arrancó.
Hicimos unos cinco kilómetros entre la ida, la vuelta y el recorrido del pueblo. Tiene algunos sitios muy bonitos, como la iglesia, la Puerta del Sol, o esas casas que quedan casi colgando de las piedras de la montaña. Compramos un par de cosas que nos faltaban y volvimos a la autocaravana Peperota Viajera.
Hicimos la cena, macarrones con atún y huevo. Aperitivos, bebidas recuperadoras e isotónicas, todo fue cayendo en nuestros estómagos. Algunos gatos de la zona decidieron unirse al banquete. Eran tímidos y escurridizos, pero no dejaron escapar esta oportunidad de cena casi gratuita.
Nos acostamos temprano, montamos ambas camas, la del salón y la principal encima, la que baja con el botón. Como no tenemos televisión ni la queremos, leímos un rato y cuando se nos cerraban los ojos nos dormimos.
Se confirmó que el sitio era muy tranquilo, apenas un par de perros lejanos ladraron un poco. Otro par de coches que se oían muy lejanos. Pero a mitad de la madrugada empezó a llover, al principio muy tenue, luego bastante fuerte. Era la primera vez que nos caía lluvia durmiendo en la autocaravana. Se oía bastante fuerte, lo que hizo que mientras llovía durmiéramos regular. A mí me gusta oír llover, por lo que tampoco me resultó una molestia.
No madrugamos mucho, como otras veces, pensando que todo estaría encharcado y lleno de barro. A las 8:36 salí de la autocaravana a ver cómo estaba el terreno, temiendo que no haríamos ruta de ciclismo. Tras andar un poco por el monte me sorprendió verlo sin barro y sin charcos de agua. Estaba húmedo pero aparentemente y al menos esa zona era practicable para el ciclismo de montaña.
Hacía algo de frío, el viento venía fresco y la lluvia nocturna nos dejó sin ganas de salir en bici. Pero el ver la tierra sin barro nos dio un pelín de ánimos, los justos para bajar las bicis, desayunar, ponernos la equipación con la chaqueta comunitaria, abrir la ruta con la App Routes en el móvil para seguirla y ponernos manos a la obra.
La idea era seguir el track GPS de la ruta de la Marcha BTT de Letur que tuvo lugar en mayo de 2019. Uno de los errores que cometimos en rutas anteriores, como la de Polop por el Puig Campana, es descargarnos un track GPS que tenía más de 9 años. Y en 9 años las sendas y los caminos pueden haber quedado impracticables.
Partimos con las bicis dejando la autocaravana en manos de los comunitarios senderistas, a los que no se les veía mucho entusiasmo en salir a hacer la ruta.
Tras ir adquiriendo un poco de conocimientos para seguir rutas descargadas con la App Routes del móvil, pronto encontramos el inicio de la ruta. Era cuestión de ampliar el mapa de Google Maps con vista satélite, buscar un punto de paso hacia el que ir, que fuera relativamente sencillo de encontrar.
Tomamos el camino que va subiendo a la montaña. En cuestión de 5 minutos dándole a los pedales y en ascensión continua se nos quitó el frío. Pedaleamos por camino unos cuantos kilómetros, adentrándonos en lo profundo de la montaña. Alguna bajada, subidas, caminos muy pedregosos.
El monte olía de maravilla, a húmedo, a limpio. Sin barro, sin polvo, temperatura perfecta para la práctica de actividades deportivas. Cielo encapotado pero sin lluvia. Poca luz, como si rodáramos por un bosque tupido y oscuro. Notando y tocando la naturaleza ¡magnífica sensación!.
La comunitaria Patricia iba siempre en cabeza. De vez en cuando paraba a esperarme e incluso se permitía el lujo de «bufar» diciendo «qué lento vas». La verdad es que no iba bien, sobre todo porque me dolían los ojos, por encima del ojo. Una sensación extraña. Me quité las gafas de sol por si fuera eso. Al ver que no remitía el dolor lo achaqué al rato que estuve leyendo con no mucha luz la noche anterior en la autocaravana.
Subimos varios kilómetros por pista forestal, prácticamente desde el kilómetro 5 al 15, pasamos de unos 700 metros de altitud a los 1.290 del punto más alto. La pendiente, en general, era relativamente suave. Salvo alguna rampa excepcional no superaba el 15%. En la parte final el camino de tierra pasó a asfalto, cosa que siempre nos da respeto porque esperamos rampas durísimas. En este caso no fue así, la media de pendiente se mantuvo hasta el final.
En el punto más alto vimos que la ruta iba hacia la derecha, en lugar de continuar el camino. Se adentraba en una senda que a la comunitaria Patricia le hizo recordar la ruta de Polot y Puig Campana, con sendas muy poco ciclables. Tras varias rutas complicadas con la autocaravana, hoy queríamos algo tranquilo. Al ver la «senda» que no lo parecía nos dio bastante respeto. Pero nos adentramos en ella con la esperanza de que estuviera practicable.
La senda estaba difuminada, apenas se notaba levemente sobre el manto de hojas secas, vegetación y piedras. Son las que más me gustan, esas que cuesta diferenciarlas del resto del bosque. Pero no nos perdimos en ningún momento, disimulada y camuflada en la montaña pero perceptible y ciclable. Al principio subimos un poco, luego llaneamos y finalmente emprendimos el descenso por esta fantástica senda.
Disfrute total, senda estrecha, un poco técnica, entre piedras, árboles, hojas y vegetación. Con la oscuridad de la alta montaña, más acentuada por el día encapotado y por las lluvias de la noche anterior. Todo húmedo y ese olor a monte puro ¡a vida!.
Nos cruzamos con una ardilla que en menos de un segundo pasó del suelo a lo más alto del árbol y se ocultó como solo ellas saben. Paramos a intentar buscarla pero son más listas que nosotros y se van moviendo tras las ramas. Bebimos un poco de agua, con el frío y sin sol no apetece, así que nos esforzamos en echar un trago. Aproveché para quitarme el casco, lo llevaba mal ajustado del vídeo que hicimos de comparativa de cascos el día anterior. El cuerpo humano es maravilloso. Ese dolor de ojos que llevaba se me quitó ipso facto, en cuanto me ajusté bien el casco desapareció.
Continuamos bajando por esta estupenda senda, más de 5 km de bajada. Solo tuvimos que poner pie al suelo en un par de ocasiones, donde había mucha inclinación y el terreno estaba muy suelto. Mejor no arriesgar tan lejos de nuestras casas. Además de que tanto Patricia como yo sufríamos sendas crudas realidades con nuestros frenos. El mío trasero con falta de cambiar las pastillas, que sonaban a hierro con hierro. El de Patricia, el delantero, que le coge aire y no frena nada.
Una vez abajo continuamos con la ruta, unos metros de camino. En un cruce tuvimos que probar las tres posibilidades. Andamos unos metros por una de ellas hasta que la App del móvil nos decía «No estás en la ruta…», probamos la siguiente y lo mismo. Hasta que vimos que había una senda justo por medio de las dos opciones. Puesto que la experiencia con la senda anterior había sido muy satisfactoria nos adentramos en esta nueva senda con ilusión. De similares características a la anterior, para disfrutar.
Llegamos a otro camino que discurría por una zona sin árboles, totalmente despejada y de ahí a un corral de ovejas, con perro pastor ladrando incluido. Dimos unas vueltas hasta encontrar la continuación del camino y senda.
Otra senda más, un poco técnica, donde en la subida tuvimos que empujar la bici, pero solo unos pocos metros. Tenía mucha piedra y algunos escalones. Y vuelta a la bici, a pedalear y disfrutar.
En el kilómetro 27 cerramos el círculo, dando la vuelta completa a la montaña y volviendo al camino por el que subimos unas horas antes. La verdad es que con los 15 primeros kilómetros de camino pensamos que todo el recorrido sería por pista forestal, pero no, para nuestra grata sorpresa nos encontramos con esas fantásticas sendas.
Volvimos al pueblo de Letur y aprovechamos el llevar vehículo (la bici) para comprar un poco de pan para la comida. Regresamos a la autocaravana Peperota viajera y no vimos a los comunitarios anónimos K. y M.A., seguramente aún estarían en la ruta de senderismo.
Mientras nos preparamos para ducharnos y guardar las bicicletas, nos visitó Rabicorto, un bonito gato callejero, con manchas negras y amarillas. No me gusta dar de comer a los animales «salvajes», no es bueno para ellos acostumbrarse a la presencia humana. Pero en este caso hicimos una excepción con Rabicorto, le dimos un poco de sándwich y, a cambio, nos dejó tocarle su mini-rabo.
Metimos las bicis al garaje, nos duchamos, empezamos a preparar la comida y, mientras tanto, los comunitarios anónimos K. y M.A. nos comunicaron por Telegram que comían en el pueblo.
Arreglamos los macarrones que sobraron de ayer. Les echamos más tomate frito, más huevo duro, más orégano, más pimienta, más atún y más queso y comimos tranquila y copiosamente.
Recogimos todo y bajamos la cama para echar una pequeña siesta mientras regresaban del pueblo los comunitarios anónimos K. y M.A..
Emprendimos el camino de regreso a casa. Otro fin de semana estupendo en excelente y anónima compañía. En este caso no hubo que lamentar crudas realidades desagradables. Por fin una ruta de ciclismo de montaña «limpia», sin sobresaltos y sin padecimientos. Con esto aprendimos que a la hora de bajarnos track GPS de rutas a seguir mejor buscar los más recientes, para evitar sorpresas.
Los comunitarios senderistas y anónimos realizaron una ruta de senderismo de unos 10 kilómetros. Creo recordar que por «Las Cascadas» o algo así.
Al llegar al garaje de la autocaravana bajamos los productos perecederos, bajamos la ropa y calzado, las bicis, limpiamos un poco con la aspiradora y partimos de vuelta a la sede.
Gastos/Consumo del viaje en autocaravana de Molina de Segura (Murcia) a Letur (Albacete)
| Nº ocupantes | 4 |
| Recorrido | 280 km |
| Combustible | 32,1€ (30 litros de 60 litros de capacidad) |
| Depósito agua | 60 litros de 120 litros de capacidad |
| Parking | 0€ |
| Alojamiento | 0€ (una tarde/noche, una mañana y otra tarde) |
| Comida | 0€ (cena, desayuno, comida. Todo traído de casa y hecho en autocaravana) |
Información de servicios del aparcamiento en autocaravana en Letur (Albacete)
| Lugar | Estación de Servicio Letur S.L, Carretera Nerpio-Letur, 02434 Letur, Albacete |
| Agua | No |
| Electricidad | No |
| Aseos | No |
| Duchas | No |
| Vaciado de aguas grises | No |
| Vaciado de aguas negras | No |
| Sombra | No |
| Recinto cerrado | No |
| Vigilado | No |
De vuestro comunitario presidente Alonso.
- GPX de la ruta MTB siguiendo la marcha BTT de Letur 2019 salvo parte final en Albacete.
- Fotos de la ruta MTB siguiendo la marcha BTT de Letur 2019 salvo parte final en Albacete con Peperota Viajera:
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