Estimados comunitarios, por fin los astros se alinean y podemos anunciar en el foro de la web comunitaria una ruta de ciclismo de montaña de exploración por la sierra de la Navela. Aprovechamos la ocasión para grabar y contaros cómo nos preparamos para afrontar este tipo de rutas, que suelen ser imprevisibles y por momentos complicadas.
Cómo nos preparamos para una ruta de ciclismo de montaña de investigación y exploración
Dada la naturaleza de las salidas en ciclismo de montaña por zonas desconocidas y por explorar, hemos de ir preparados para cualquier vicisitud que pueda presentarse.
Son rutas donde pueden darse situaciones complicadas. Nos encontraremos con zonas no ciclables donde habrá que empujar las bicis o llevarlas en los hombros. Puede que haya caminos o sendas cortadas o vallas infranqueables, por lo que tocará andar campo a través o bien retroceder sobre nuestros pasos.
En verano y con calor la situación aún puede complicarse más, sobre todo por la posible falta de agua estando en puntos de no retorno. Esas zonas donde volver atrás sería insufrible, donde solo queda continuar y con la incertidumbre de no saber lo que nos encontraremos.
Puede que haya más desnivel de lo previsto, puede que nos encontremos con zonas inundadas, con barro y agua, con vegetación espesa que impida el paso, con barrancos, etc.. También es probable que nos perdamos en algún punto.
Para todas estas situaciones, os contamos cómo nos preparamos en la Comunidad para afrontar este tipo de rutas de exploración e investigación en ciclismo de montaña:
- Llevaremos mucha agua (sobre todo si es verano) y mucha comida (bocadillos, minibocadillos, fruta, barritas, etc.).
- Herramientas varias: navaja pequeña, alicates, multiherramienta con tronchacadenas, tijeras,
- Utensilios: bridas, cinta aislante, eslabones rápidos, parches, disolución, bomba de aire (inflador), cámaras de repuesto (aunque vayamos tubelizados), cuerda fina resistente de varios metros, patilla de cambio de reserva (a veces con las piedras se puede partir la patilla de cambio), …
- Elementos habituales del ciclista de montaña, por supuesto, como en cualquier ruta, llevaremos el casco, gafas de sol, guantes, muy importante llevar zapatillas de montaña, nunca botines rígidos pues seguramente habrá que andar mucho y a veces sobre superficies resbaladizas.
- Elementos electrónicos: nos servirán de ayuda y es recomendable llevar el móvil cargado de batería y algún dispositivo GPS de apoyo. Siempre viene bien echarle un vistazo a Google Maps para situarnos.
- Luces: da igual si es ruta de mañana o de tarde, es muy importante llevar luces delanteras y traseras. La ruta se puede alargar y acabar de noche o puede que nos adentremos en cuevas y túneles.
- Recomendamos, para este tipo de rutas, llevar pedales mixtos con buena plataforma o directamente de plataforma. Si llevamos pedales automáticos nos hincharemos a quitar y poner las calas.
- Como es lógico, para portar todo lo anterior y el agua, es recomendable, en las rutas de exploración, llevar una mochila o una buena matrioska (mochila).
Y los tres puntos más importantes para afrontar las rutas de ciclismo de montaña de exploración e investigación:
- Mentalización y talante: puede suceder cualquier situación inesperada (quedarnos sin agua en pleno agosto y casi perdidos, por ejemplo), por lo que hemos de ir bien preparados psicológicamente. No ayudan los cabreos o mosqueos cuando estamos en momentos de máxima tensión. El buen talante, el no perder el sentido del humor ni la compostura, el aportar positivismo y soluciones es fundamental. Cualquier otra cosa solo aporta más crispación, lo cual no es bienvenido.
- Preparación física y técnica: serán terrenos a veces complicados donde hay que estar fuerte y acostumbrados a subir o bajar grandes pendientes. Deberemos conocer y saber aplicar todas las técnicas de ascenso y descenso, y no solo sobre la bici, también en senderismo empujando la bici.
- Alimentación previa y durante la ruta: nos encontraremos con rutas para las que esperábamos acabarlas en unas 3 horas (por ejemplo) y se alargan hasta las 7 horas. El cuerpo necesita ir bien alimentado de los días anteriores, del desayuno y durante la ruta, cada hora más o menos. Así evitaremos las temidas picaduras de pollo. Además, con el estómago lleno y sin la sensación de hambre se afrontan con mucho mejor talante las situaciones adversas.
La ruta de exploración por la sierra de la Navela en Murcia, España
Una vez preparados, como hemos explicado anteriormente, buscamos una zona inexplorada, la sierra de la Navela, que la conocemos parcialmente. Participarían en la ruta los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Kronxito, Pedro203 y Paco.
Tal y como advertimos en el foro las rutas de investigación y exploración pueden presentar innumerables situaciones complicadas, son solo aptas para aquellos ciclistas acostumbrados y experimentados en aguantar posibles situaciones adversas sin perder el sentido del humor y sin enfados. Los comunitarios asistentes se caracterizan por disponer de estas virtudes, aptos para rutas de exploración.
Cargamos las bicis en el portabicis de bola de remolque, cenamos y desayunamos muy bien. Nos vestimos con la equipación comunitaria de invierno, la mañana era fría. Partimos con el coche hacia el punto de inicio de la ruta, en Ojós (Murcia, España).
Pusimos en Google Maps el punto de partida, siguiendo las indicaciones del foro, pero la copiloto Patricia nos llevó a Ulea, cerca del Salto de la Novia. Viendo que allí no era volvimos hacia Ojós. Nos esperaban dentro del coche los comunitarios Paquito206, Paco y Pedro203.
En cuanto nos bajamos del coche entendimos por qué ellos estaban dentro. Hacía un frío que pelaba. Bajamos las bicis y nos preparamos para salir cuanto antes.
Pusimos rumbo al Azud de Ojós, mientras subíamos hacía un poco menos de frío pero bajando nos congelábamos. En mi caso, llevando guantes cortos, los dedos me dolían y apenas sentía las manos. Para grabar pulsaba el botón de la GoPro sin saber si lo había pulsado o no, a la espera del pitido de aviso, porque no sentía nada.
Empezamos a subir el puerto de la Navela y el cuerpo fue cogiendo temperatura. Además de que en esta zona estábamos algo protegidos del gélido viento. Entramos en el camino o pista forestal y a los pocos metros tomamos la primera senda de exploración, hacia el mirador del Azud de Ojós, por donde nunca habíamos pasado.
Resultó ser un sendero de unos pocos cientos de metros que iba, bajando, hacia el mirador que da al Azud de Ojós. No tenía salida, al menos en bicicleta, por lo que dimos la vuelta y volvimos al camino.
Subimos unos metros y nos adentramos en otro camino nuevo, que iba hacia la derecha. Fuimos explorándolo tranquilamente. Una subida bastante inclinada pero ciclable de un kilómetro y medio. El camino tornó a senda y la senda dejó de ser ciclable. En sus primeros metros pusimos pie a tierra y fuimos empujando las bicis hasta encontrarnos con unos senderistas a los que les hicimos algunas preguntas sobre el terreno y las opciones que teníamos.
Continuamos con la ruta, pasando de la fría umbría de la montaña a la solana y un escampado lleno de espartos donde el sol brillaba y nos calentaba. Un paisaje de película, con las montañas al fondo, verde y con tonos oro por la incisión de los rayos del sol sobre el rocío de la noche.
Anduvimos unos metros montados en la bici. Pedaleamos entre las matas de esparto y pronto tuvimos que volver a poner pie a tierra. Nos fuimos encontrando con algunos corredores de trail y con muchos banderines indicando el trazado de una marcha de carrera por montaña que tendría lugar la próxima semana.
Volvimos a empujar la bici durante algún que otro kilómetro, prácticamente no nos subimos en una hora. Bajamos por senderos magníficos para hacer senderismo. Con las vistas del Valle de Ricote, de Ojós, de Ulea, de Villanueva del Río Segura desde un lugar privilegiado. Nos encantó esa parte de la Navela, pero para hacer senderismo, no era ciclable.
Continuamos subiendo y bajando por la cresta. El que más padecía era el comunitario Pedro203, con su bicicleta doble y buenas ruedas, que para descenso es una maravilla pero para ir empujándola o llevándola a cuestas es otra historia.
De cuando en cuando parábamos a echarle un vistazo al Google Maps, para buscar las posibles sendas y si tenían continuidad. Nos encontramos con algunos senderistas amigos de la Comunidad, con los que nos echamos algunas fotos y charlamos. Otros senderistas nos ayudaron, muy amablemente, a elegir la ruta a seguir.
Subimos a lo más alto, a una torreta de electricidad abandonada. Paramos a almorzar y a seguir admirando las privilegiadas vistas, de postal, tanto a un lado con el Azud de Ojós como al otro con el resto de montañas. Reímos, charlamos, bromeamos, nos pusimos al refugio del viento, que seguía viniendo frío. Y nos echamos innumerables fotos.
Descendimos hacia el palomar y volvimos al camino ¡por fin!. Llegamos a una parte de la Navela que conocíamos de haber hecho otras rutas. Hacia la casa de los colombianos. Desde allí fuimos a la senda no ciclable que baja al camino de la Navela, a echar un vistazo.
Una vez allí decidimos bajarla, nos esperaba otro largo kilómetro empujando las bicicletas sobre la pedregosa y sinuosa senda, en este caso de bajada. Llegamos al camino, cerca del cruce que habíamos cogido un par de horas antes. En este caso continuamos por el camino para darle la vuelta a la montaña.
Paramos, como siempre, en el mirador del Azud de Ojós. Nos echamos las fotos oportunas y descendimos hacia el Puerto de la Losilla. Desde allí pasamos la gasolinera y giramos a la derecha para volver al camino que sube hacia el Martillo, nuestro siguiente objetivo.
Tras una subida de unos tres kilómetros, por camino conocido, nos adentramos en el sendero del Martillo. Lo bajamos hasta la pista forestal. Allí nos volvimos a encontrar con los senderistas y corredores de montaña que estaban señalizando la próxima marcha.
En lugar de bajar el camino hacia el Scalextric, que es lo que siempre hemos hecho, al ser ruta de exploración, tomamos el desconocido camino que va a una torreta eléctrica. Un camino de descenso que nos encantó, con alguna zanja pero 100% ciclable, hasta la torreta. Desde allí se veía el pueblo de Ojós y el lugar donde teníamos aparcados los coches. Nos hicimos otra foto, quizá la última y miramos el reloj ¡la una de la tarde!. Decidimos bajar al pueblo y dar por finalizada la ruta de exploración.
El descenso final solo se atrevió a hacerlo montado el comunitario Pedro203, el resto lo hicimos bajados de la bici. Bastante técnico en algunos tramos, con mucha inclinación y zanjas generadas por las aguas torrenciales.
Llegamos a los coches, en un fantástico día de aventura y diversión. Explorando una estupenda zona desconocida que recomendamos encarecidamente para hacer senderismo ¡magnífica!. Hicimos unos 25 kilómetros, con unos casi 1.000 metros de desnivel acumulado, en unas 4 horas. Gran parte del tiempo andando pero encantados.
Por supuesto, no pudo faltar el «sin saber cómo ni por qué…». Echamos las bicis a los coches y nos fuimos al bar más cercano a tomarnos un refrigerio recuperador, al solecico murciano.
De vuestro comunitario presidente Alonso.
- Fotos de la ruta de exploración de ciclismo de montaña MTB BTT BXM:
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