Hola amigos de la Comunidad, llegó el domingo día 4 de diciembre de 2016 y desempolvamos nuestras bicicletas tras unos días de descanso forzado por lluvias, algo muy raro en nuestra zona, pero siempre bienvenidas. La mañana amecía con riesgo de lluvias nuevamente, estaba muy oscura y nublada. Pero nuestro amor por el ciclismo de montaña y el deporte siempre es más fuerte que las inclemencias meteorológicas. Así que emprendimos una nueva salida de ciclismo de montaña los valientes comunitarios Alonsojpd, Alino, María, Patricia Carmona, Juan Francisco, Antonio y David.

Antes de salir, en la sede de la Comunidad, nos visitó el comunitario Jaf con el futuro comunitario Minijaf. En un principio iba a acompañarnos en la ruta pero finalmente prefirió quedarse dadas las amenazas de lluvia. El resto iniciamos esta ruta de MTB con las bicicletas de montaña limpias y preparadas (menos la mía, como es lógico). Decidimos no alejarnos mucho de la sede, dado que casi con toda seguridad iba a llover y no estamos acostumbrados a la lluvia.

Rodamos por carretera saliendo de Molina de Segura hacia La Casa Ros, pero no llegamos a subir, vimos que la Rambla de los Calderones estaba ciclable, con un pelín de barro pero poca cosa, así que iniciamos el ascenso por este sendero. Algunos cortos tramos tenían barro pero en general estaba perfectamente transitable. Así que fuimos disfrutando desde el principio de una ruta que se preveía divertida y finalmente así resultó.

En la parte media de esta rambla, justo antes de cruzar por debajo la autovía, el comunitario Antonio sufrió una pequeña caída hacia un lado. Una senda estrecha, con el peralte hacia la derecha y un poco resbaladiza por la humedad. El comunitario Antonio perdió el equilibrio, intentó zafarse de su cala derecha pero no lo logró a tiempo y cayó a plomo. Vimos que dio con el costado y la espalda en una piedra pero su mochila amortiguó el golpe. Afortunadamente no le pasó nada y, tras limpiarse un poco su nueva equipación comunitaria, continuamos la ruta.

Seguimos circulando con las bicicletas más o menos limpias, con un poco de barro en las ruedas pero muy poco, ascendiendo esta rambla. Llegamos hasta el camino que cruza a la carretera de Montepríncipe y El Chorrico, lo cruzamos y continuamos subiendo ahora por el Tomillar. Cogimos el camino de la derecha para subir al cerro más alto de esta zona. Allí no nos detuvimos dado que hacía algo de viento fresco. Continuamos rodando ahora de bajada, hasta una rampa un poco técnica con cierta inclinación. Esta parte, como de costumbre, cada comunitario fue afrontándola a su manera, todas válidas y respetables. Unos se bajaron y otros como el comunitario David la descendieron completa, con cierto riesgo pero con valor.

En esta rampa de bajada nos divertimos y reímos un buen rato, algunos comunitarios hicieron varios intentos para descenderla, pero finalmente acabaron poniendo pie a tierra. También recordamos la caída del comunitario Paquito206 hace un tiempo en esta zona, el enlace del vídeo donde quedó grabada:

Empezaron a caer las primeras gotas de agua, así que seguimos rodando por esta zona, sin alejarnos mucho. Volvimos a subir ahora por un sendero paralelo al camibo de bajada y volvimos a bajar por una senda corta que desemboca en el lecho de una rambla y otra vez al mismo sitio. Desde allí, con la lluvia arreciando, continuamos por el sendero del Tomillar dirección Montepríncipe. Paramos debajo de un pino grande y frondoso a almorzar, charlar y esperar a que disminuyera la lluvia.

Viendo que la lluvia no cesaba reemprendimos la marcha, subiendo por carretera hasta la senda de subida al Altorreal. Aqui, casi por sorpresa, vino la auténtica diversión de la mañana. El comunitario Juan Francisco tomó la iniciativa y emprendió la subida de esta senda, se quedó al principio al derrapar su rueda trasera. Acto seguido lo intenté yo mismo, pasé ese primer escollo pero acabé derrapando también unos metros más arriba. Miré hacia abajo y vi a todos los comunitarios bajando y empujando las bicis, también vi que llevaban las zapatillas llenas de barro pegajoso.

Los comunitarios siguieron subiendo, entre risas y comentarios, me quedé pensativo, quería volver a intentar el ascenso pero no acaba de verlo claro, se veía muy resbaladizo. Decidí bajar y volver a intentarlo y, justo al llegar a la parte más baja mi bici dejó de funcionar literalmente. Le daba a los pedales y no iba, las ruedas se me llenaron de barro, un barro muy pegajoso, que obstruyó todo: el desviador delantero, ambas ruedas, barro en la horquilla y en las vainas traseras. Aún así intenté subir pero nada, ni un metro, la bici no andaba.

El comunitario David bajó a grabarme en la subida, pero acabó ayudándome a subir la bici. Ni siquiera empujándole entre dos iba, tuvimos que levantarla en peso. Nos costó subirla arriba del todo, donde estaban el resto de comunitarios intentando limpiar sus bicis. La verdad es que fue un auténtico cuadro, una bonita estampa, en unos metros habíamos llenado las bicicletas de barro y no rodaban.

Nos reímos muchísimo dado que estas pequeñas aventuras son las que hacen que amemos este deporte. Estas pequeñas cosas que a otros pueden hacer enfadar o pueden molestar, a nosotros nos divierten y entretienen. Ruidos raros, roces del barro con las cubiertas, cambios inservibles, bicicletas que no ruedan, calas que no entran por el barro en las zapatillas, mojándonos por la lluva, con un poco de frío ¡¡Auténtica diversión!!

En cuanto llegamos a la carretera del Altorreal decidimos dar por finalizada la ruta, más que nada porque la lluvia estaba arreciando. Bajamos por carretera, saltándonos el barro de las ruedas, calándonos hasta los huesos y riendo como es lógico.

Llegamos a Molina de Segura, tiritando, helados, mojados, llenos de barro, pero felices por lo bien que lo pasamos. Despedimos a todos los comunitarios y acabamos esta ruta, corta pero intensa. Desde luego, en Murcia, cuando llueve la lluvia es motivo de celebración y hay que salir a recibirla.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: