Hola queridos comunitarios, sábado por la mañana, día 20 de mayo de 2017, estupenda ruta con los jóvenes comunitarios. Decidimos visitar el abandonado Coto Cuadros, que tenemos algo olvidado a propósito para dejar que se regenere la fauna y la flora y la verdad es que las últimas lluvias le han sentado de maravilla. Arrancamos esta ruta los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Matías, Iván, Roberto, Álvaro, Iván Rubira, Daniel y Juan, unos desde la sede de la Comunidad en Molina de Segura y otros desde el Esparragal y zonas cercanas, para encontrarnos en la caseta de vigilancia forestal.

La mañana se presentaba estupenda, con un sol radiante libre de nubes, indicativo de que haría calor. Saludamos a los comunitarios Iván y Matías que estaban esperándonos en la puerta de la sede e iniciamos esta ruta. A los pocos kilómetros nos encontramos con el comunitario @Paquito206 que venía a nuestro encuentro desde Fortuna.

Seguimos rodando con nuestras bicicletas de montaña, hacia la Alcayna, entrando por la Rambla de las Monjas y el sendero de la Fuente, en una subida suave pero continua, que nos llevó hasta el inicio del Coto Cuadros. Tomamos el camino que va hacia la torreta de vigilancia forestal y llegamos al encuentro del resto de comunitarios. Nos estaban esperando protegidos de los rayos solares por la sombra de las paredes de la torreta. Los saludamos y saludamos al nuevo comunitario Daniel.

Reemprendimos la ruta, dejándonos guiar por los jóvenes comunitarios, que parece que conocen el Coto Cuadros mejor que nosotros. Nos vimos descendiendo alguna senda un poco técnica y pronto nos asombramos de la habilidad de estos jóvenes comunitarios, de Roberto, de Iván, de Juan y de Álvaro, nos costaba seguir su ritmo.

No suelo desbloquear la horquilla salvo descensos técnicos o cuando voy muy rápido, aquí tuve que desbloquearla y concentrarme bien para no perder la rueda de los jóvenes comunitarios. Pero lo que más me sorprendió del día no fueron los descensos, si no los ascensos, vi a los comunitarios jóvenes, a Roberto y Álvaro, subir por alguna pendiente técnica, incluso subieron una en la que me quedé al principio tras derraparme la rueda trasera.

Pero volvamos a la ruta, recorrimos alguna senda, algún camino y alguna rambla, pero antes paramos en el Nacimiento del Coto Cuadros a echarnos unas fotos e inspeccionar los cangrejos. Tras las últimas lluvias no vemos alguno por la zona y estamos preocupados, antes los había y creemos que las lluvias torrenciales los desplazaron rambla abajo.

Aprovechamos la parada para ir inculcando a los jóvenes comunitarios la filosofía de la Comunidad, que podéis leer en el decálogo. Básicamente se resume en: respeto por los animales, respeto por la naturaleza, respeto por las personas y respeto por el medio en general. También les decimos que se dejen de tanto strava y tanto kom y tanto segmento y tanta historia virtual y levantemos la vista, observemos y escuchemos, así es como se disfruta de las rutas de ciclismo de montaña. Si nos paramos a mirar los estrabas (lo acabo de castellanizar) perderemos un tiempo precioso y, probablemente, nos perdamos algo que suceda a pocos metros de nuestras narices. Digo estraba y puedo decir cualquier otra App o cosa virtual que nos haga perder un momento de conexión con la naturaleza.

Por supuesto, me llevé el peso comunitario y, por lo tanto, grabamos el pasado de las bicicletas de los comunitarios Juan, Daniel y Álvaro. Pesos que podréis ver en una tercera entrega de los vídeos de la saga del pesado de las bicicletas.

Continuamos rodando con nuestras bicicletas de montaña, con la lengua fuera, siguiendo la estela de los comunitarios jóvenes, que no inexpertos. Aparecimos en el embalse de Santomera, donde nos volvieron a sorprender haciendo unos caballitos perfectos, que nos produjeron envidia sana y admiración a partes iguales ¡Qué habilidad!

Fuimos bajando hacia el embarcadero, parada obligada a echarnos unas fotos con el embalse de fondo. Hoy tocaba review, el de la bicicleta del comunitario Roberto @rober_pg_79, era su turno y no podíamos desperdiciar la ocasión. Bajo un sol implacable grabamos el review de su bicicleta y continuamos la ruta, dirigiéndonos hacia la vieja cantera abandonada de Santomera.

Pasamos la zona poco ciclable y subimos por camino hacia lo más alto. Aquí nos aguardaban más sorpresas, los comunitarios Álvaro y Roberto subieron un repecho donde quedó poniendo pie a tierra el comunitario Paquito y otros tantos. Empezamos a bajar, por la senda de la cantera, que es bastante técnica, de nivel alto…

Y me quedé sin palabras y explico ahora por qué… Iba rodando detrás del comunitario Roberto, delante Álvaro y en primer lugar Paquito. Veo que Paquito se para en la zona más técnica, que es bastante complicada y las veces que la he descendido siempre he tenido la sensación de casi caerme… Veo pasar al comunitario Álvaro y bajar sin poner pie al suelo y soy testigo directo de ver cómo bajaba también el comunitario Roberto… Yo iba temblando porque la vi peor que otros días, con tierra suelta, me costaba no chocarme contra los pinos y me costaba controlar la bici y levantaba la vista y veía a los comunitarios acabar la bajada sin poner pie ¡¡Alucinante!! :good:

Una vez abajo, en el camino, estaba temblando del miedo que pasé, los comunitarios jóvenes comentaron que estuvieron a punto de caerse en algunos tramos de esta bajada, y pensaba «Y yo, y he bajado unas tres veces… y se supone que la conozco y casi me caigo también». En fin, desde aquí decir que me asombró ver su destreza y su técnica, tanto en subida como en bajada.

Seguimos la ruta subiendo por la senda del Perro o de las Abejas, llegando a las antenas del embalse de Santomera. Nos echamos la foto tradicional con el Coto Cuadros de fondo, foto que no puede faltar, y emprendimos el descenso para ir pensando en regresar.

Volvimos a parar a hacer alguna foto más con la caña selfie en el mirador de los Flamencos, lugar que merece una parada para observar el embalse desde este punto privilegiado. Por supuesto queríamos hacer partícipes a los jóvenes comunitarios de este hecho, hay que parar de cuando en cuando para escuchar, observar y disfrutar, no todo está en dar pedales y sumar kilómetros.

Fuimos regresando por la parte más baja del Coto Cuadros, por el albergue, despedimos a los jóvenes comunitarios y a Daniel al final del Coto y nosotros volvimos por el túnel de la ametralladora, por los centros comerciales y por el Tomillar.

Una estupenda ruta de MTB con los jóvenes comunitarios, aprendiendo de ellos y espero que ellos algo de nosotros, disfrutando del final de la primavera y de la compañía. Acabamos haciendo unos 45 km con unos 600 metros de desnivel acumulado, insignificantes números, lo importante es que nos divertimos gracias a nuestros guías de lujo: los jóvenes comunitarios ¡Gracias por la ruta!

P.D.: hubo un episodio de la cruda realidad del ciclista de montaña, si bien no lo vimos pues el comunitario Daniel pinchó, como era lógico al ser comunitario nuevo, pero lo hizo antes de encontrarnos, así que no quedó grabado.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: