Hola estimados amigos de Comunidad Biker, pregunta ¿cuál es la mejor manera de despedir la semana? respuesta: haciendo el deporte que nos gusta con la gente que nos gusta. Hoy domingo día 18 de septiembre de 2016 lo hemos hecho: ciclismo de montaña «a tope» con nuestros queridos amigos de Los Simao, Ciclos Conde y Tortugas de Cehegín. Así ha sido y así os lo contaré.

Madrugamos un poco los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Kronxito, Patricia Carmona (la más madrugadora), Luis, Juan Caride, Matías y Antonio (Antasis), para acercarnos al Berro en Sierra Espuña, donde nos esperaban nuestros amigos de Los Simao, Ciclos Conde y Tortugas. Por nombrar algunos de ellos: Antonio de Maya, Francisco Yepes, Pedro, Tony, Ismael, Ricardo, David, Eva, Francisco José, Pascual, Alfonso, Pedro Antonio, Alica (que no participó en la ruta MTB, hizo una de senderismo) y unos cuantos más cuyo nombre no recuerdo ahora (perdón). Hicimos los saludos oportunos y preparamos las bicicletas para la ruta. La de Paquito206 requirió de cambio de cámara pues iba pinchada su rueda trasera. La mañana prometía ya con un pinchazo antes de salir.

Iniciamos la ruta saliendo de El Berro y afrontando una primera rampa de subida a la derecha, de 1 km aproximadamente, por camino y hormigón, con pendientes del 14% de inclinación. Por allí algunos participantes empezaron a sudar la gota gorda. Nos vino muy bien para ir calentando los músculos pues hacía un poco de fresco. Seguimos hacia la izquierda bajando por carretera y giramos a la derecha para entrar en la primera senda de la mañana.

Empezamos a descender por esta senda, al principio aparentaba estar bien, pero a los pocos metros fuimos comprobando en nuestras piernas que tenía tramos técnicos, sobre todo porque el terreno estaba muy suelto y muy seco. Un sendero en Sierra Espuña, nuevo para nosotros, de unos 6 km, prácticamente todo de bajada. Por allí disfrutamos de lo lindo, sobre todo en los tramos más técnicos. Algunos comunitarios incluso tocaron el suelo, como el comunitario Antasis o la comunitaria Patricia que no llegó a caer pero le faltó muy poco. Fue bajando una de las zonas técnicas, con tierra suelta y algo de piedras, se le fue la rueda delantera en un pequeño socavón y tuvo que poner pie al suelo, evitando la caída en el último momento. Yo que iba detrás casi le topo, conseguí escivarla por la izquierda.

Seguimos bajando hacia un barranco y desfiladero con vistas impresionantes. Merecía la pena parar unos segundos a adquirar esta magnífica obra de la naturaleza. Continuamos por esta senda que, a veces, tenía precipicio a uno de los lados, pero suficientemente ancha como para no ser peligrosa. En algunos cruces de unas sendas con otras tuvimos algunas dudas, incluso hicimos algún tramo en círculo, como en las películas, diciendo «por aquí ya hemos pasado».

Una vez abajo tomamos la Senda del Agua, por el Caño de Espuña. Un sendero muy bonito que hicimos de subida, con las eses en zig zag del principio. Una subida suave por senda, como siempre en Sierra Espuña, con vistas estupendas.

La ruta empezaba a hacerse algo dura para varios de los participantes que llevaban unas semanas sin montar en bici, así que decidimos acortarla un poco, para llegar a buena hora a la comida que nos esperaría en El Berro. No sin antes adentrarnos en otro sendero que bajaba mucho y lo que baja luego hay que subir. Y así fue, nos encontramos en una rampa muy inclinada y no ciclable que tuvimos que subir con las bicis al hombro, haciendo un poco de senderismo.

En una de las paradas para reagruparnos, en la casa albergue, nuestro amigo comunitario Antonio de Maya va a quitarse la cala para parar y se le atasca, consigue soltarla en el último momento pero torciéndose el tobillo. Paramos un rato a echarle un vistazo y ver que no había sido nada grave, así que continuamos con la ruta.

Seguimos subiendo hacia la Senda del Dinosaurio para cruzar el puente colgante. Por allí nuestros amigos Ismael y David hicieron alarde de su técnica y control de la bici, subiendo las escaleras sin mayor dificultad. Cruzamos el puente, unos montados y otros bajados, un curioso puente que se mueve al pasar y da cierta sensación de vértigo. Y continuamos subiendo hasta llegar al camino del barranco de Leyva.

Tras un kilómetro de ascenso suave por el camino de Leyva giramos a la derecha, para ir hacia la Barranco de las Brujas. Previamente una bajada no muy técnica por camino hasta llegar al sendero de las brujas. Esta zona no está inclinada, con pendiente hacia abajo pero muy suave. Aunque presenta algunas partes técnicas con piedras y gravilla. Siempre que pasamos por allí disfrutamos muchísimo pues es un sendero con vistas estupendas y algo técnico.

Finalmente llegamos al pueblo del Berro, a buena hora. Acabamos con las piernas arañadas y muchos muy cansados, pero mereció la pena. Con unos 23 km de ruta, unos 900 metros de desnivel acumulado positivo, en unas 4 horas de diversión y buena compañía. Y lo más curioso: ningún comunitario pinchó, salvando el pinchazo inicial del comunitario Paquito, por supuesto.

He de decir que al comunitario Kronxito le iba sobrevolando el pollo. No le picó de milagro, básicamente porque hicimos muchas paradas para ir viendo por dónde echarnos en cada cruce y porque acortamos la ruta. De lo contrario, con él bien dijo, el pollo habría bajado a picarle bien.

Tras la ruta nos arreglamos un poco y comimos en la zona un arroz. Disfrutamos de una excelente compañía con nuestros comunitarios y con nuestros amigos de Los Simao, Ciclos Conde y Las Tortugas que, como siempre, nos trataron como si fuésemos de la familia.

Agradecer a Antonio de Maya el esfuerzo por guiarnos en esta mañana. Sé que no es fácil cuando somos muchos, cada uno con sus carcterísticas y estado físico. Y agradecer a todos el buen ambiente y la buena mañana que nos han hecho pasar.

Por supuesto no podían faltar las impresiones de la ruta, que grabamos tras la comida, donde nos faltaron los comunitarios Luis y Matías que regresaron a Molina de Segura antes de la comida:

  • Fotos de la ruta MTB: