Hola queridos comunitarios, lectores asiduos y esporádicos, amantes de la vida  y por lo tanto respetuosos con las personas, el medio natural y los animales. Por fin llegó la tarde del viernes, día 19 de mayo de 2017. Acaba la semana laboral para algunos afortunados y decidimos salir a rodar por los verdes montes murcianos los comunitarios Alonsojpd, Alino Pies Anchos, Kronxito, María y Raúl. Sin una ruta predeterminada, prácticamente sin hora de partida exacta ni mucho menos de llegada. Así es como nos gusta en la Comunidad, sin ataduras, libres, cogemos nuestras bicicletas de montaña, unas más sucias que otras, unas más nuevas que otras, unas más caras que otras, unas más grandes que otras, nos da exactamente igual, con que tengan dos ruedas y sirvan para pedalear es más que suficiente. Partimos hacia los montes de esta nuestra querida región, una región cualquiera, unos montes cualesquiera, también da igual la ubicación geográfica en el mapa del mundo, lo importante es liberarnos de nuestros problemas cotidianos, de las ataduras geolocalizantes, de las laborales y familiares, de los relojes y horarios preestablecidos, de los estravas y endomondos, de los runtastis y wikiloses, solo rodar y rodar, dejando todo atrás por unas horas.

Salimos a una hora cualquiera hacia un lugar cualquiera, primero hacia Ciclopasión en busca de María y Alino que por allí andaban. Esta tarde íbamos a recoger la bici de la comunitaria Patricia, que en un principio nos acompañaría, pero finalmente no pudo ser por cuestiones de la vida. Así que partimos desde Molina de Segura los comunitarios ya mencionados en el párrafo anterior sin rumbo fijo.

Finalmente parece que el comunitario @Alino Pies Anchos decidió ir hacia la zona de la Casa Ros, para entrenar la técnica de ascenso y descenso en el circuito que encontramos a las afueras de Molina de Segura. La verdad es que fue completamente improvisado, pues encontró unas sendas y comenzamos a recorrerlas en todos los sentidos posibles.

En una de las vueltas el comunitario Raúl sufrió un episodio de la cruda realidad del ciclista de montaña, se le partió la cadena. Paramos a echarle una mano y conseguimos unirla con un eslabón rápido. Seguimos rodando por este circuito y, cuando nos cansamos de dar vueltas, iniciamos el ascenso a la Casa Ros. Subimos por la senda paralela a la carretera, que está ahora llena de cardos borriqueros y otras plantas pinchosas. También tiene algunos tramos de subida cortos pero donde hay que aplicarse bien y aplicar todos los conocimientos de técnica de ascenso para poder afrontarlos con éxito, si por éxito entendemos subirlos sin poner pie al suelo.

Llegamos arriba y paramos a quitarnos las pinchas clavas por la ropa, por los calcetines, por las zapatillas y alguna en la piel. Reemprendimos la ruta bajando a la rambla y subiéndola hasta donde era ciclable. En una de las subidas nos paramos al ver que habíamos sido atacados por las garrapatas, me encontré una andando por el brazo y avisé al resto de comunitarios para que se miraran bien, suelen agarrarse al pelo y, como era de esperar, el comunitario Alino Pies Anchos llevaba unas cuantas agarradas en el tupido pelamen de sus brazos. Grabamos el episodio de la cruda realidad del ciclista de montaña atacado por las garrapatas.

Ya que estábamos parados aprovechamos para hacer unos intentos de ascenso de una zona con un pequeño escalón. El comunitario Kronxito me dijo que lo subía porque llevaba bici de 29 pulgadas, así que le propuse coger la suya de 26 pulgadas y probar. La cogí y subí igualmente, sin mayor problema, demostrándole que las pulgadas dan igual, al final es el ciclista y no la bici lo que importa.

Seguimos subiendo rambla arriba hasta encontrarnos con una pared, una senda que sólo era para senderistas y no para ciclistas, tuvimos que subirla empujando las bicis. Justo antes el comunitario Raúl sufrió una caída hacia un lado subiendo un minirepecho, cayendo encima de unas hierbas con espinos y clavándose unas cuantas pinchas por parte de la superficie de su cuerpo.

Desde arriba continuamos rodando por sendas y caminos, bajándonos de la bici a veces en alguna zona poco ciclable. Despedimos al comunitario Alino Pies Anchos que tenía prisa y algunos quehaceres ajenos a la ruta, el resto continuamos rodando por la zona.

El comunitario Raúl paró a echarle un vistazo a su rueda, parecía que no iba bien talonada. La revisamos y llevaba unas piedras (chinas) por dentro de la cubierta, entre la cubierta y la llanta. Nos quedamos sorprendidos, era la primera vez que veía tal cosa. Empezamos a quitarlas y había muchísimas, algunas casi imposible de quitar directamente. Tuvimos que desinflar la rueda y quitar la cubierta para limpiarla bien, llevaba piedras hasta por dentro. Un fenómeno extraño que era la primera vez que presenciaba, pero siempre hay una primera vez para todo, así que lo grabamos para recuerdo.

El comunitario Kronxito divisó a lo lejos un sofá, así que paró a probarlo y dejamos el momento inmortalizado con alguna foto que podéis ver en el álbum oficial de la ruta.

Salimos de esta zona y cruzamos hacia el Monte del Aire y la Polvorista, yendo hacia el Campus de Espinardo y Agridulce. Acabamos la ruta haciendo unos 42 kilómetros y unos 500 metros de desnivel acumulado subiendo.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: