TabernasHola amigos de Comunidad Biker MTB, soy Anika y os voy a relatar mi participación en el III Ultra Trail & BTT Tabernas Desert. Para ser sincera, me inscribí en esta prueba sin pensar. Conforme se acercaba el día me iba arrepintiendo cada vez más, pero pensaba: «A lo hecho, pecho. Si no acabas no pasa nada, al menos lo has intentado».

Soy una loca de las largas distancias, me apasionan, pero ésta se me iba un poco de las manos por la cantidad de desnivel acumulado (2.000D+). No confiaba mucho en mí misma. Resumiendo, no me creía capaz.

Esta prueba tuvo numerosas críticas negativas el año pasado, además de que coincidió con un día muy lluvioso. Tenía un poco de miedo por estas dos cosas, así que decidí ponerme en contacto con la organización para saber exactamente a qué me enfrentaba.

Ellos me confirmaron que este año el recorrido era 100% ciclable y, junto al buen pronóstico del tiempo para ese día, me fui animando un poco.

Suena el despertador a las 5am. Meto algo de ropa en la mochila, me pongo mi equipación de Comunitaria y bajo a desayunar. A éstas horas no entra mucho, así que elijo un yogur y un plátano. Me preparo un sandwich de pechuga de pavo y queso para el camino, porque si no, habrían sido demasiadas horas sin comer y necesitaba ir bien para afrontar la prueba.

A las 6am salimos camino de Almería. Aún es de noche, he dormido poco, pero voy animada y tengo muchas ganas, así que genial.

A las 7am segundo desayuno, es importante dejar que pasen las 2 horas de digestión.

Durante el camino, vemos montañas a ambos lados y todos nos preguntamos cuál será la subida de 20 km famosa  a la que tendremos que hacer frente.

Llegamos a Tabernas. Lo primero es ir a por el dorsal. Hay dos filas: una para la distancia corta (65km)  y otra para la distancia larga (115km). La mía, aunque me gustan las largas distancias, es la corta. Pues la larga tenía demasiado desnivel positivo para mí. Entrego mi DNI y me dan mi DORSAL 836 y una bolsa que incluye un brik de caldo de pollo Aneto (porque el monte que tenemos que subir, es el monte Aneto) y una camiseta. Tengo que decir que me gustó mucho elTabernas detalle de que hubiesen camisetas específicas de chica. Ésta en concreto es azul de tirantes, muy bonita.

Vuelvo a por mi bici, pongo el dorsal en el manillar, Camelbak a la espalda y a la línea de salida.

Se espera un día soleado pero con mucho viento, además subiremos a 1.300m de altitud.  Así que, además me mi equipación de Comunitaria (maillot, culote y chaqueta) me llevo un corta vientos en la mochila por si acaso. En el Camelbak: 1 litro de agua, una manta térmica (obligatoria), una barrita, una cámara y herramientas varias.

A las 9 nos hacen pasar por el receptor para comprobar que el chip de cada dorsal funciona correctamente. A las 9.10h nos dan la salida. 900 bicicletas se dirigen al desierto de Tabernas.

Llevo rodando 800 metros y ya toca enfrentarse a la primera subida. 1,5 kms de pista rota y con piedras con un desnivel de aproximadamente el 7% con repechos de algo más. Me lo tomo con calma, no me merece la pena forzar, pues todavía queda mucho. Se hace el primer tapón, lo que me obliga a bajarme la bici y caminar un poco. Tras 20-30 metros caminando, el grupo se disuelve un poco y vuelvo a subirme a la bici. Hay gente andando, el terreno es malo, algunos se caen… hay que ir concentrada para no besar el suelo.

Cuando llego arriba, ya voy en las últimas posiciones. No me extraña, la verdad, las subidas no son lo mío.

Comienza una bajada de un -2% aprox. por rambla. Mucha arena y mucho chinarro, la rueda se clava a veces y no deja coger mucha velocidad. Así transcurrirán los siguientes 18 kms.

Poco a poco voy cogiendo velocidad y adelanto algunas posiciones… sube un poco más mi ánimo y eso es muy bueno.

El paisaje es igual que en las películas, caminos polvorientos y paredes de roca espectaculares. Me alegro de haber venido, ver esto merece la pena.

Falta poco para llegar al primer avituallamiento (kms 24). Han echado agua en la rambla y hay bastantes charlos. Paso por encima a toda velocidad y no puedo evitar una sonrisa… ESTO NO ES DEPORTE, ES PASIÓN.

Por fin llego al primer avituallamiento. Hay bastante gente y  a partir de aquí es todo subida. Tomo un puñado de frutos secos y continuo la marcha.

Nada más salir, una subida por tierra no muy inclinada pero con algún repecho duro de más y con mucha piedra. Hay mucha gente a mi lado y si al de delante o a mi misma, nos patina la rueda me puedo caer, así que saco el pie izquierdo de la cala para mayor seguridad. Efectivamente al de delante le patina la rueda y pone pie en el suelo. Afortunadamente hay distancia suficiente, así que le pido paso y consigo subir encima de la bici.

TabernasLlevo a un aparcamiento de coches. El del MINI HOLLYWOOD. Este año no nos dejan pasar por las instalaciones con la bicicleta, pero rodeo todo con la bici y disfruto mucho de las vistas: casas al estilo vaquero, vegetación típica del oeste… ¡qué chulo!

Comienza la subida fuerte. Subida al monte Aneto. 20 kms de subida al 7% con repechos del 10,12 y 14%. Aquí estaba la prueba de fuego. Son las 11 de la mañana y tengo que llegar al próximo avituallamiento antes de las 14h o iré fuera de tiempo y me sacarán de la prueba.

La subida es en zig zag y semi asfaltada. No entraña ninguna dificultad, tan solo se trata de marcar ritmo y tener paciencia, sobre todo paciencia.

Veo a varios participantes por delante de mí, también a otros tantos por detrás. Se van acumulando kms de subida, empiezo a pensar que es posible que termine. Incluso empiezo a pensar que es posible que pueda llegar a tiempo al avituallamiento.

Las antenas de la cumbre se ven muy lejos, hay que ir con mucha cabeza para subir sin desesperarte.

Llevo 6 kms de subida. En algunos repechos tengo que poner la cadencia más alta, pero en la mayoría de la subida voy con 3 piñones por debajo del más grande.

Hago varias paradas, para beber agua y descansar la postura un poco, 15 segundos cada parada aproximadamente.

Poco después, me adelanta un hombre en moto de la organización. Me da ánimos. Me dice que ya queda poco para coronar (más tarde descubrí que no era verdad jajaja). Le pregunto si voy la última y me contesta que no, que aún va un grupo de gente por detrás.

Poca gente hay detrás de mí, la verdad. Quizá unas 15 personas. Pero mira, no pensaba terminar la prueba, si encima de que la termino no entro la última, ya me doy por satisfecha.

Sigo subiendo, casi todo el rato voy sola. Los que van por delante, comienzan a bajarse de la bici y a caminar. Yo sigo encima de mi bici, aún no he dado ni un paso, así que de esta manera consigo adelantar a la penúltima chica, con lo cual me quito el puesto de última fémina.

Madre mía, es interminable, las antenas están ahí mismo, pero el camino ahora me aleja más de ellas. Realmente esta subida es interminable. Para colmo laTabernas altitud se nota y empieza a hacer frío, mejor no parar que luego se nota en las piernas. Y el viento no da tregua. Eso sí ¡Qué paisaje más bonito! A 1000 metros de altitud el desierto de Tabernas es una maravilla. Kilómetros y kilómetros de terreno montañoso, sin árboles, tan solo una carretera que cruza y que no parece tener fin. Detrás de todas esas montañas, se ve un pico nevado, qué maravilla de vistas. Merece la pena la subida.

Casi llego a las antenas, me queda muy poco. Estoy en la otra cara del monte Aneto, a 1.300m de altitud. Ahora el paisaje es totalmente diferente: kilómetros de playa. La costa almeriense frente a mí. De verdad, es espectacular, la vista se pierde a tanta altura.

El hombre de la moto se acerca de nuevo. Me dice que esta vez no miente, queda 1,5 km de subida y empieza la bajada. Pues nada, reanudo la marcha, paciencia que ya queda poco, me digo.

Adelanto algunas posiciones más, pero justo al llegar a la cumbre e iniciar la bajada, el viento es tan fuerte que tengo que parar la bici y ponerme el corta vientos, así que pierdo posiciones. La bajada es muy larga, por pista de tierra rota, piedras… y al dar las curvas, el viento te da de lado tan fuerte que da miedo. Todo esto hace que mi bajada sea muy lenta.

Por fin llego al segundo avituallamiento. Son las 13.40h, 20 minutos me han librado de la retirada obligada. Y pienso, vale, no es un buen tiempo, pero podría ser peor.

Todo un trozo pequeño de pan con una loncha de jamón. Un puñado de frutos secos y una onza de chocolate ¡Y a seguir bajando!

La bajada es muy larga, tengo que bajar todo lo que he subido por la otra cara de monte. Al llegar abajo, miro hacia atrás y pienso ¡yo he subido todo eso con mi Tabernasbici! Y en ese momento te das cuenta que el sufrimiento físico y mental es realmente lo que nos hace volver una y otra vez a este tipo de pruebas.

Estoy abajo. El monte Aneto ya es historia. Me encuentro en el km 50. Queda poco para la meta. Son las 14:20h. Lo que queda es rambla, pero esta vez de subida y el viento encima es en contra, se avanza muy lento, así que espero y deseo no llegar después de las 4 de la tarde.

Interminable la rambla, para los pocos kms que son y lo que me está costando. Solo quiero que pare este viento horrible.

Por fin acaba la rambla y.. ¡SORPRESA! Otra vez a subir. Culito en la punta del sillín  porque vaya repechón. Además, hay una curva cerrada y no consigo ver el final, para mí que va para largo. Menos mal que no voy sola, que el viento me acompaña jajajaja. 700-800 metros de subida y ya veo el poblado a lo lejos ¡Queda poquísimo!

Ahora comienzan unos toboganes. 50 metros de bajada y sus correspondientes 50 metros de subida, y así se repite 4 ó 5 veces, no lo recuerdo bien. Tanto la subida como la bajada es terreno pedregoso, abro amortiguación trasera, cadencia baja y a pedalear en la bajada para llegar con inercia en la subida. Y más meTabernas vale llegar con bastante inercia a la subida, porque las fuerzas ya están en las últimas.

Pasados los toboganes por fin una bajada. Ya no veo ninguna bicicleta, estoy sola. He dejado a algunos por detrás, pero pocos. Llego al último avituallamiento. Sé que quedan 6 km para meta, así que decido no parar, no me merece la pena. Sigo por rambla, pero esta vez es de bajada y aprovecho para coger velocidad con la bici. Me cruzo con una chica que hace los 65 km corriendo. No puedo pasar sin darle la enhorabuena y ánimos, que ya le queda poco.

Cojo velocidad en la rambla y paso como una bala por los baches. Ahora entiendo mejor la utilidad de los pedales automáticos jjjjj. De pronto, veo una señal que me indica que tengo que girar a la izquierda. La curva es tan cerrada que no deja ver lo que hay al otro lado y, para mi sorpresa, es una subida de asfalto bastante pronunciada… Entro con una cadencia baja y solo me da tiempo a subir algunos piñones, pero no he caminado ni un paso y me niego a hacerlo ahora. Así que saco las pocas fuerzas que me quedan y consigo llegar al túnel, momento en que la cuesta da un poco de tregua y subo los piñones que me quedan. Al salir del túnel la cosa se pone peor, mucho desnivel, pocas fuerzas… despacito y a molinillo, que la cuestión es subir.

Al terminar la cuesta me encuentro un señor que me dice que gire a la derecha. Nada más girar, veo a varios miembros de la organización y me dan la enhorabuena y me dicen que ya he llegado. Sí, ahí está el arco de meta, a 50 metros de mí. Y yo, convencida durante más de un mes de que no lo lograría.

Se anuncia mi llegada por los altavoces ¡¡DORSAL 836 ENTRA A METAAAA!!

Son las 15:23h. Y lo primero que recibo al poner el pie en el suelo, es un abrazo de todos mis compañeros. Y ese momento, no tiene precio.

Tabernas

  • Track GPS de la III Ultra Trail & BTT Tabernas Desert:

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