Domingo 10 de Enero del 2016.

Son las 6 de la mañana y suena mi despertador como todos los días, así que hago tiempo pensando en las musarañas para ir a casa de Alonso (la sede) sobre las 7:15, escribo a Kronxito para ver si estaba vivo y si lo estaba, y comiendo pero despreocupado. Juan Francisco a las 7:45 me comunica que estaba en la sede, hora a la que habíamos quedado.

Alonso y yo aún sin recibir mas noticias del paradero de Kronxito bajamos a por las bicis para cargarlas en los coches y emprender la marcha a Aledo, así que metidas las bicis de Alonso y Kronxito en el coche saco mi Megamo para meterla en mi 206 y saludo a Juan Francisco y  a su amigo que nos esperaban en la puerta, meto mi bici en el coche y me voy con el grupo a esperar a Kronxito que estaba por la sede pero no sabíamos dónde ni qué estaba haciendo.

Una vez todos reunidos nos montamos cada cual en su vehículo y emprendemos nuestro viaje a Aledo, sobre las 8:10 salimos y  llegamos a Aledo sobre las 9:10 y aparcamos los coches junto al polideportivo para ir a recoger los dorsales. Nos bajamos de los coches y lo primero que notamos es un clima semi-hostil, pues hacía un fresco considerable y una ligera brisa tirando a viento jeje, así que vamos hacia el polideportivo a por nuestros dorsales (menos Kronxito que le han cambiado el número) y salimos hacia el coche nuevamente y nos encontramos con Sergio Cerón y con  Jose Francisco de «Los Mataos MTB» y con sus compañeros. Tras unos saludos y unas palabras llegamos a los coches y comenzamos a montar las bicis y colocar los numeritos (147 el mío). Charlamos con más ciclistas  que se encontraban a nuestro alrededor comentando sobre la climatología y ofreciéndonos ayuda mutua para el montaje.

Con la bici lista me pongo a dar vueltas a hacer como que caliento, que eso es lo que hacen los «pros» y mientras el resto de comunitarios se meten en el coche a cobijarse del «fresco», así que yo me luzco un poco entre la multitud y me encuentro con nuestro comunitario Ivanfly y con nuestros amigos Antonio y Ricardo de «Los Simao», con los que estoy charlando un rato hasta unos minutos antes de ir a avisar a los del coche que había que ponerse en marcha.

Nos reunimos y preparamos todo y ponemos rumbo hacia la salida de la I Marcha MTB Villa de Aledo, en donde justo antes de empezar hago uso de mi taller móvil para regular el sillín de Ricardo, y una vez regulado nos colocamos en las posiciones privilegiadas de la salida (atrás del todo), nos hacemos unas fotos y esperamos entre risas el pistoletazo de salida y a partir de aquí comienza la Marcha.

Salimos desde la plaza del pueblo en dirección al polideportivo pero girando a la izquierda y tomamos una carretera secundaria que va subiendo hacia unas casas, pasamos de la carrretera a una pista o camino y comienza la subida hacia Sierra Espuña, en ese tramo decido adelantar alguna posición gracias a mi gran forma física y mi depurada técnica de conducción, hasta que llegamos a un sendero que discurría por una antigua canaleta de agua en donde empiezan los primeros tapones, así que nos lo tomamos con paciencia y precaución, pues a mí especialmente no me gusta eso de llevar la rueda metida por un surco, finalmente llegamos a la parte fea de la senda de la canaleta que era una bajada pedregosa en donde casi todo el mundo (que iba delante de mí) se bajaba de la bici, así que yo hice lo mismo pues de todas formas tenía que poner el pie por una cosa u otra y justo en el final de la senda nos montamos todos en la bici pues estaba el fotografo inmortalizando el momento.

Llegamos a una carretera y seguimos subiendo una cuesta de hormigón bastante empinada en donde adelanté alguna posición más (no muchas pero sí alguna), hasta un camino que llaneaba un poco por en medio de la sierra. Yendo por el camino coincido con un señor autóctono de la zona con el que comienzo a charlar y me da algunas indicaciones de como afrontar lo que se nos venía encima, pues era una cuesta importante. Para sorpresa la mía, cuando justo detrás de nosotros dos me veo a Alonso que nos había dado alcance, así que subimos los tres hasta la zona más alta y entonces empieza lo bueno, la bajada, a todo esto cabe destacar la bellephoto_2016-01-10_20-15-33za del paisaje que nos ofrece Sierra Espuña.

Comienza el descenso por una pista que, tras un rato, desemboca en una senda muy bonita también. Aquí comienza un descenso bastante pedregoso pero muy bonito, aunque nuevamente nos encontramos con otro tapón de ciclistas que con suerte pude sortear tras unos metros de ir esperando pacientemente detrás. Así que continué con mi descenso a todo trapo por estas sendas y desembocando en una carretera que nos llevaba nuevamente al pueblo de Aledo y casualmente también al puesto de avituallamiento donde paré a beber un aquarius y comerme medio plátano, y ya de paso descansar un poco que la cosa se pega al lomo jajaja. Mientras espero vuelve a aparecer Alonso en escena pero este ni para ni nada, salgo justo delante de él, tomamos el camino que baja hasta la parte de abajo del pueblo y bajando por unos 70 metros aproximadamente de escalones, los cuales bajé con gracilidad y soltura,  llegué a un cruce donde un chico de la organización me indica que tomase la parte derecha del camino que pasa justo por debajo del castillo, donde me hice ilusones pensando que ya lo tenía todo comido, pero ¡qué sorpresa la mía! cuando me encontré que ese camino estaba partido porque había que pasar 2 veces, pero a eso voy luego.

Sigo por mi parte de la derecha subiendo por el camino hasta un cruce en donde hay justo una bajada llena de arena suelta, allí decido soltar el freno y ¡que sea lo que Dios quiera!… y quiso, pues bajé estupendamente, pero como no podía ser todo bueno justo en el final de la bajada tomo una curva a la izquierda y me encuentro, nada más y nada menos, que con una pedazo de cuesta que a mí parecer tendría sobre un 20% de pendiente, en la cual tuve que poner el pie en el suelo para poder poner el molinillo en la bici, pues montado me resultaba imposible, me volví a subir en la bici y a dar molinillo toda la cuestecica.

Una vez acabada la cuesta nos ponemos a llanear unos metros justo por la falda del castillo de Aledo y comenzamos una nueva serie de sendas descendentes muy muy bonitas y rápidas que nos llevan hasta una rambla en donde vuelvo a subir y esta vez un pequeño tramo con unos troncos a modo de escalón que decido pasarlos andando pues no era plan de fliparme demasiado jajaja. Una vez pasados los troncos me subo en la bici y a seguir, por casualidades de la vida y del destino, me vuelvo a encontrar con el señor autóctono que me vuelve a aconsejar, mientras charlamos, de lo que se nos venía encima, pues no había ni más ni menos que otro camino de hormigón con una pendiente también de entre un 16% y un 20% aproximadamente, que fue resuelto con soltura y destreza por mi parte y venía a salir al cruce del camino que estaba delimitado por el centro que sube al castillo.

Esta vez me tocaba ya la parte de la izquierda, con el principio igual que antes pero en el cruce de arriba, esta vez se tomaba a la izquierda, para dar el asalto al castillo por un caminito, que menos mal, porque desde la lejanía lo veía muy muy empinado y solo pensaba en que ojalá no fuese de tierra pues me veía ya subiendophoto_2016-01-10_20-15-40 empujando a la bic. Por suerte estaba pavimentado así que metí molinillo y con paciencia tiré hacia arriba en donde por fin me encontré con la meta y por consiguiente di por finalizada la Marcha y el sufrimiento.

Pues una vez acabada la carrera por mi parte solo me quedaba esperar al resto de mis compañeros para hacerles alguna foto entrando a meta, el primero en aparecer fue Alonso unos 4 minutos después que yo y posteriormente Juan Francisco un poco más tarde. A Kronxito lo esperamos un poco más abajo, al resguardo del viento frío y fuerte que soplaba en la zona, mientras charlaba con la gente del lugar sobre la marcha y demás cosas. Hasta que apareció Kronxito por la meta y una vez reunphoto_2016-01-10_20-15-14idos nos fuimos a la parte posterior del castillo donde nos daban algo de beber y de comer. Y ¡como no! allí estaba Kronxito comiendo y bebiendo como si no hubiese un mañana.

Además de Kronxito también estaban nuestros amigos de «Los Simao», Juan Francisco, Ivanfly y el resto de corredores y familiares de los asistentes a la carrera.  Después de tomar el tentempié y de hacernos unas fotos pusimos rumbo a los coches para volver a casa,  como es normal, no sin antes grabar el vídeo de las impresiones de la marcha que para mí fueron muy buenas y creo que para el resto de mis compañeros, a pesar de alguna adversidad o contratiempo sufrido por su parte.

Y hasta aquí mi crónica de la I Marcha MTB Villa de Aledo.

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