Estimados comunitarios, llegó otro fin de semana que nos brindó la oportunidad de salir con la bici. Anunciamos en el foro de la web comunitaria la ruta del domingo, que en este caso sería un baño en las frescas aguas del río Chícamo, en Abanilla. Partiríamos hacia allí los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona y Kronxito.

Madrugamos bastante sabiendo que el regreso de estas rutas puede ser muy caluroso. A las seis de la mañana sonaron los despertadores y a las 07:29 estábamos partiendo, una vez vestidos y desayunados. Desde Molina de Segura saldríamos Alonsojpd, Patricia Carmona y Kronxito, al encuentro del comunitario Paquito206, que nos esperaría en Rambla Salada.

Rodamos con nuestras bicicletas de montaña por el carril bici desde Molina hasta la Alcayna, pasando por Los Conejos, La Quinta y Los Olivos. Seguimos por la carretera de Fortuna hacia El Romeral y Los Valientes. Llegamos a Rambla Salada donde nos esperaba el comunitario Paquito206 con su perrito Duque, que nos dio la bienvenida.

Fuimos pedaleando y charlando por carretera secundaria hasta Fortuna, para tomar algunos atajos por camino. Era día de caza así que intentamos evitar las zonas de cotos donde pudiera haber cazadores. Cogimos la carretera de Abanilla y antes de llegar nos adentramos en el río Chícamo, en su parte baja.

Los primeros kilómetros fueron muy divertidos entre el barro y la vegetación. Estos humedales pueden variar de un año a otro muchísimo, como ha sido el caso. No se reconocía la senda por la que pasamos el año pasado o el anterior. Todo estaba mucho más frondoso y húmedo.

Entrada al río Chícamo en Abanilla por Comunidad Biker MTB

Fuimos saliendo de esta zona al no encontrar salida hacia el puente rojo, desviándonos por un camino poco transitado de la parte derecha. Cogimos un poco de carretera y bajamos al puente rojo. A partir de aquí el río Chícamo va siendo cada vez más bonito y casi 100% ciclable. Es cierto que vas pedaleando sobre cantos rodados, pero es aglomerado suelto (chinarrillo o gravilla) y no es muy molesto, se puede pasar sin problemas.

A la izquierda, invisibles por los aventureros del río, vamos dejando los pueblos de La Huerta, Mahoya, Ricabacica y El Partidor. Nosotros vamos unos metros por debajo, en el lecho excavado por miles de años de erosión de las aguas torrenciales propias de Murcia. Es más, incluso de un año para otro, como ya he comentado, la orografía cambia. Este año especialmente, íbamos dos o tres palmos de profundidad más que el año anterior, se notaba que las lluvias en esta zona han sido fuertes y han arrastrado capas de material. Algunos tramos eran casi irreconocibles.

En esta zona no había agua, seguramente porque va subterránea, tampoco había mucha sombra y el sol empezaba a hacer acto de presencia. Fuimos cruzando algún puente pequeño y alguna carretera y camino, volviendo siempre a la senda del río, por donde se disfruta más del ciclismo de montaña. Además de que no hay mucha más opción en casi todos los tramos, o senda por el lecho (que ha quedado totalmente desdibujada con las lluvias torrenciales) o por la carretera haciendo eses al sol.

Cruzamos la última carretera y nos adentramos en la parte más bonita y más divertida del río Chícamo. Empezamos a recorrer sendas que estaban perfectas, cruzando de cuando en cuando el río y empezando a mojarnos las piernas con sus frescas aguas. En esta parte el río baja con poca agua y se puede ir cruzando sin mayor problema, incluso sin llegar a mojarnos por completo los pies. Salvo que cometas algún error como le ocurriera al comunitario Kronxito, que no cruzó el río con decisión una de las veces y se quedó a mitad. Aún así, es verano y llevar los pies mojados no es molestia.

Ciclista de montaña y comunitario Kronxito metiendo la pierna en el barro del río Chícamo en Abanilla por Comunidad Biker MTB

A veces vas por la parte derecha del río y a veces por la izquierda. El sendero tiene varias bifurcaciones pero todas confluyen en el mismo sitio. Sobre todo en los tramos por donde pasa el ganado. En esta parte íbamos parando (al menos el comunitario camarógrafo) para inmortalizar el momento en el que cruzábamos el río. En una de estas paradas, al dejar la bici en el suelo, se me cayó el bidón de agua grande, me daría cuenta unos kilómetros más arriba.

Desde el kilómetro 23 de la ruta en que entramos en el río Chícamo hasta el 36 todo fue auténtica diversión. Salvando unos metros en que tuvimos que abandonar el lecho al principio, los restantes 13 kilómetros anduvimos por el río. Incluso muchos de ellos con sombra y el fresco que proporciona.

A mitad de camino a la poza divisamos un jabalí a lo lejos, que pudimos grabar, seguramente deambulaba por la zona en busca de un poco de agua y barro para refrescarse y quitarse los parásitos. También puede que viniera de la parte más alta del río tras pasar la noche alimentándose, aprovechando el fresco. Nos vio y partió corriendo por las sombras de los pinos.

Cruzando el río Chícamo con la bicicleta en Abanilla por Comunidad Biker MTB

Pudimos ver un animal de los más escurridizos y sigilosos, un zorro, que cruzaba el río. Un auténtico espectáculo ver estos animales, que rara vez se muestran pues permanecen siempre alejados del ojo humano. Además de que suelen realizar su actividad de madrugada.

Llegamos al Cajel, la parte del río Chícamo que se hace no ciclable y por la que es mejor dejar las bicicletas aparcadas y hacer senderismo. Vimos muchos coches aparcados unos kilómetros más abajo en la carretera y supusimos que habría masificación en las pozas. Dejamos las bicicletas en una orilla, tras haber andado unos metros empujándolas. Nos quitamos todo lo que no es tolerante al agua, dado que para subir a las pozas hay que pasar por el cauce del río y en algunos sitios cobre hasta casi la cintura.

Gragantas profundas del río Chícamo en el Cajel en Abanilla por Comunidad Biker MTB

A partir de aquí el disfrute es total: cambiamos de postura y pasamos de ir sentados a ir andando por el agua fresca, unas gargantas impresionantes nos proporcionan sombra, el agua va bajando y formando caprichosos remolinos. Nos encontramos con algunos amigos del Club Ciclista Fortuna Team, que cambiaron ese día la bici por el senderismo.

Subimos a la poza y vemos que hay gente pero no demasiada, por lo que los comunitarios Kronxtio y Patricia Carmona no se lo piensan mucho y se lanzan al segundo baño de la temporada. En realidad el primero para los dos: Kronxito no asistió a la ruta del baño en el Salto del Usero y Patricia no se bañó ese día.

Salto una poza del río Chícamo en el Cajel en Abanilla con baño por Comunidad Biker MTB

Paquito206 alegó un fuerte resfriado, que efectivamente pudimos comprobar durante la ruta con sus toses continuas. Por lo tanto no se bañó y prefirió almorzar un gel y charlar con la gente que por allí había. En mi caso no suelo bañarme porque tendría que ponerme tapones en los oídos y eso es un poco molesto para estas ocasiones. Así que aprovecho mi sequía para grabar a los comunitarios desde diferentes ángulos mientras se refrescan.

Parece que el agua estaba fría y lo agradecieron. Anteriormente dije que «no se lo pensaron» y no sería del todo cierto, la comunitaria Patricia sí se lo pensó bastante antes de saltar al agua, pero finalmente lo hizo. También se lo pensó un perrito que andaba por allí, que estaba deseoso de bañarse pero no sabía por donde entrar. Tras dar varias vueltas nervioso dio con el camino de entrada a la poza y saltó. Se le veía muy feliz nadando.

Perro saltando al agua en poza del río Chícamo en el Cajel en Abanilla por Comunidad Biker MTB

De repente, casi sin previo aviso, empezó a bajar gente de la parte alta del río y a subir de la parte baja, por lo que en unos minutos la zona de la poza quedo masificada. Momento perfecto para abandonar la zona y emprender el camino de regreso. Antes de esto saludamos a algún amigo que nos encontramos por allí y que hacía tiempo no veíamos.

Empezamos a bajar lo subido y a retroceder sobre nuestros pasos, para poco a poco llegar a las bicis. Charlamos con gente que nos hizo alguna pregunta sobre las bicicletas, nos pusimos cascos, guantes, gafas y demás utensilios, últimas fotos y a pedalear.

Bueno, decir «a pedalear» es mucho decir, los primeros metros del Cajal no son muy ciclables, así que unas veces pedaleamos y otras andamos. Decidimos bajar por el río y no coger la carretera de Mahoya para ver si encontrábamos mi bidón o caramañola. Fuimos mirando sobre todo donde paré a grabar y no la encontramos.

El sol hacía un buen rato que estaba pegando fuerte, con 40 grados, no es ninguna broma. En mi caso con un bidón de agua caliente agravaba la situación. Estoy acostumbrado a situaciones extremas, por lo que fui dosificando el agua y cuando me faltó pedí a los comunitarios, que gustosos me fueron dejando la suya.

Nos salimos por una carretera desconocida, en dirección Abanilla, con la esperanza de encontrar un bar o algo que nos proporcionara agua. Aún teníamos reservas pero empezaba a calentarse y da gusto echarse algo fresco al cuerpo cuando vas rodando con 40 grados.

Tuvimos suerte y esa carretera nos llevó al pueblo de Abanilla. Justo en la entrada había un bar. Compramos agua, rellenamos los bidones y sin demora partimos por carretera hacia la redonda de Fortuna y de ahí hacia Rambla Salada, donde despedimos al comuntiario Paquito206.

Ciclista de motnaña comunitario Paquito206 cruzando el río Chícamo en Abanilla por Comunidad Biker MTB

El resto, yendo lo más rápido posible, fuimos regresando a Molina de Segura. La verdad es que la ruta fue rápida, sin crudas realidades que destacar, al menos que supusieran algún retraso considerable. Más allá de la pérdida de mi bidón, algún rasguño con la seca vegetación y algún golpe del pedal en la espinilla. Esto nos permitió llegar a una buena hora a casa, menos de las dos de la tarde.

Contentos y felices por el objetivo cumplido: el segundo baño de la temporada, con unos 72 kilómetros de ruta, unos 700 metros de desnivel y unas 6 horas pedaleando (y andando y bañándonos). Una estupenda ruta, de las que más nos divierten en la Comunidad y con la excepcional compañía de los comunitarios viejos, en familia. No se puede pedir más ¿O sí? Pues sí, los comunitario Kronxito y Patricia pedían tomarnos una cerveza o algo en Los Pepes. Si bien yo me negué por la hora que era, por ir sudando y por no tener ganas de sentarme en un bar a «mal comer». Prefería llegar a casa, quitarme la sudada equipación y darme un baño.

Nos quedamos tan satisfechos que ya estábamos pensando en el siguiente objetivo/baño:  Fuente Caputa, en Yéchar, si no hay contratiempos e imprevistos. Pero esto es futuro y el futuro es incierto hasta que no ha convertido en presente.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB BTT BXM con baño en río Chícamo: