Hola queridos amigos de Comunidad Biker, en la mañana del domingo día 22 de abril de 2018 participamos en la marcha BTT IV Ruta solidaria La Paca No Caminaréis Solos, se trata de una marcha benéfica para la lucha contra el cáncer infantil y no podíamos faltar a la cita, aportando nuestro pequeño grano de arena. Pocas veces me veréis este año participar en marchas, por motivos que ya he comentado en diferentes crónicas, pero a esta no podíamos faltar.

El comunitario Pedro @phdezmu propuso asistir en el foro de la web comunitaria y por allí fuimos confirmando nuestra asistencia el resto de comunitarios. Acabaríamos juntándonos un buen número de comunitarios para participar en esta marcha solidaria, ruta para disfrutar y para olvidarnos de los dichosos cronómetros, chips, posiciones y cuestiones similares que poco o nada importan.

Realizamos los preparativos habituales, un tanto olvidados: madrugón, desayuno, cargar las bicis en el coche, mochila con ropa y una hora de viaje a La Paca (Lorca). Todo ello con ilusión por contribuir a la lucha contra el cáncer infantil.

Llegamos al pueblo y aparcamos y empezamos a descargar las bicis, mientras saludábamos al comunitario Jose que aparcaba cerca de nosotros. Fuimos a recoger los dorsales y la bolsa del corredor y saludamos a todos nuestros amigos, a los que antes de continuar quiero agradecer de corazón el cariño que nos muestran, fueron muchísimos los que se acercaron a saludarnos y la comunitaria Patricia les daba alguna pegatina de la Comunidad ¡¡Gracias!!

Volvimos al coche a dejar la bolsa del corredor y nos pusimos en la línea de salida esperando el inicio de la marcha. Unas cuantas fotos, algunas risas y partimos pedaleando sobre nuestras bicicletas de montaña.

Salimos del pueblo de La Paca y pronto nos dimos cuenta que este año el recorrido era al revés que la edición pasada. Nos adentramos en la senda de la tubería y nos encontramos con un pequeño tapón, una parada que nos vino estupendamente para charlar con nuestro querido amigo comunitario Antonio de Maya, el fotógrafo oficial de la marcha y con nuestro querido comunitario Samuel y su padre Patricio, también con otros muchos amigos que nos conocieron y nos saludaron ¡¡Gracias de nuevo!!

Recorrimos este estupendo sendero, donde la comunitaria Patricia sufrió una pequeña caída sin consecuencias. Afortunadamente no lleva calas y eso le permitió saltar por encima de la bici y no caer al suelo. Cada día uso menos las calas y cada día ruedo mejor y más seguro. Curiosamente mucha gente piensa lo contrario y no me canso de explicar que las calas dan una falsa sensación de seguridad, como cuento en este artículo.

Salimos a un camino que cruzaba la carretera para continuar con la marcha BTT y para empezar a subir, al principio suavemente, pero en continuo ascenso. Fuimos adelantando a algún que otro participante. Hoy me apetecía hacer la ruta relativamente rápida. Casi siempre suelo o solía ir con el último. Aunque como he dicho en pocas marchas me veréis este año, por lo que quería hacerla a buen ritmo.

Hicimos un grupo pequeño los comunitarios Antonio Asís, Patricia Carmona, Samuel y yo, llegando juntos hasta el avituallamiento. Paramos a comer plátano, rellenar los bidones de agua y coger alguna barrita. Sabíamos que la subida dura empezaría tras el avituallamiento y había que prepararse. Antes de seguir llegaron el resto de comunitarios: Eduardo, Jose Matías, Alfonso, Jose, Luis, Toñi, Pako, Pedro, Raúl, Iván, Juan Antonio y alguno más.

Seguimos con la marcha para hacer un poco de llano por pista y empezar el ascenso duro, que recordábamos del año pasado e hicimos de bajada. Pronto vinieron las rampas duras, que superaban el 20% de inclinación. Fuimos subiendo y sudando la gota gorda, apretando las piernas, haciendo molinillo y tratando de no bajar el ritmo. De vez en cuando nos encontrábamos con algún participante parado y tomando aire, le dábamos ánimos y continuamos nuestro ascenso.

El comunitario Antonio aguantó el ritmo perfectamente, incluso tomó la posición de cabeza del grupo tirando de nosotros. Desde el kilómetro 17 de la ruta hasta el 19 anduvimos subiendo, un par de kilómetros duros, de los que nos gustan en la Comunidad. Anteriormente veníamos de hacer un continuo ascenso suave desde el kilómetro 5 al 15.

Coronamos e hicimos un poco de llano para ir bajando hasta el kilómetro 25. Volvimos a pasar por la zona de avituallamiento, sin parar en esta ocasión, llevábamos agua y comida y algo más de la mitad de la ruta hecha y lo más duro. Continuamos bajando a toda velocidad por la pista y camino hasta el cruce que hay que tomar a la derecha y que nos llevaría directos al laberinto de sendas en ese.

Nos divertimos muchísimo en este tramo, pasando entre los pinos y esquivándolos haciendo zig zag. El año pasado se hacía de subida y se disfrutaba menos, este año tocaba descenderlo. La comunitaria Patricia tuvo otro amago de caída, que volvió a solventar saltando a un lado y agarrándose a un pino. Una vez más el no ir anclada le dio ese milisegundo extra para poner la pierna en el suelo y no caer.

Seguimos recorriendo este estupendo tramo, que tenía alguna rampa de bajada corta pero técnica. Sin duda disfrutamos de lo lindo, me encantan este tipo de sendas donde hay que ir concentrado al 100% y olvidarse absolutamente de todo, centrados en la conducción y en esquivar los troncos de los pinos, incluso algunos troncos salientes en el suelo. Se nos hizo corta la senda, 10 kilómetros más hubieran estado genial.

Por allí estaba nuestro amigo comuntiario Antonio de Maya, echando fotos a los participantes, en una zona donde luego nos contaría que hubo muchas caídas. Tras esta senda vino otra pero de subida, con algunas piedras por medio, que recordaba de bajada en la edición anterior. Se hizo bastante larga, aunque también nos gustó, desde el kilómetro 26 al 28 pedaleamos pasando algún escalón pequeño de piedra natural.

Empezamos a descender nuevamente, por camino, a un lado teníamos el bosque de pinos y al otro un sembrado que el año pasado tenía amapolas, este año solo se veía verde, en contraste con el monte que estaba un poco seco y polvoriento, seguramente por falta de lluvias y por el calor de estos días.

Algún repecho corto y todo bajada desde el kilómetro 28 al 35. Hicimos este tramo a toda velocidad, prácticamente íbamos solos y el camino era propicio para ir rápidos. Aunque había que llevar cuidado con varios tramos de piedra, si ibas muy rápido tenías que saltar.

Llegamos a la carretera, que cruzamos y a los pocos metros, justo donde el año pasado continuamos rectos y nos perdimos, esta vez lo hicimos bien y entramos en el camino, a la izquierda. Había algunos senderistas que participaban en esta ruta solidaria, sin bicicleta. Nos animaron, levantamos la cabeza y vimos un jamón, el jamón final, que ya conocíamos de otras ediciones. Una subida de 200 metros con cierta inclinación y con el terreno bastante suelto.

Como todos los jamones intentamos subirlo, pero nos resultó imposible. Tal vez los primeros pudieron hacerlo pero con el paso de cientos de bicicletas el terreno estaba muy suelto y por mucho que aplicamos la técnica de ascenso nuestras ruedas traseras acababan derrapando. La parte final no nos quedó más remedio que hacerla empujando las bicicletas, cosa que nos vino bien para ejercitar otros músculos y descansar los que se emplean en el pedaleo, para variar la postura y para que la sangre circule por las zonas oprimidas por el sillín.

Nos montamos en las bicicletas y partimos para hacer los dos últimos kilómetros, de bajada, hasta llegar a la Paca y pasar por la línea de meta, acabando esta estupenda marcha BTT solidaria, con un buen sabor de boca.

Nos lo pasamos de maravilla en la ruta, por una vez, salvando el primer tapón, pude rodar a buen ritmo y pudimos «apretarnos» un poco, que también está bien. Hicimos 38 kilómetros, con algo más de 800 metros de desnivel en 2′ 31″, quitando el tiempo parados. Como siempre digo esto solo son números, lo importante es que disfrutamos mucho y se nos hizo corta.

Llegamos a la meta y anunciaron a la comunitaria Patricia que había quedado segunda de las chicas, y que aunque la marcha no es competitiva ni suele haber entrega de trofeos, este año les darían un detalle a la primera y segunda clasificada. Mi idea era llegar temprano a casa, por una vez que podía, pero no pudo ser, había que esperar a la entrega del detalle.

Y, como siempre, no hay mal que por bien no venga, la espera nos sirvió para saludar a muchos amigos que nos conocieron y charlar con los que nos acompañaron durante la marcha. Escuchamos a los organizadores dar las gracias a todos lo que habían hecho posible este evento, destinado a la lucha contra el cáncer infantil.

Llegó la entrega del detalle a la comunitaria Patricia, que lo celebró como si le hubiera tocado la lotería. Estuvimos un rato más charlando con varios amigos y fuimos poniendo fin a este estupendo día, cargamos las bicis en el coche y camino de regreso a casa.

Quiero agradecer de corazón a todos los comunitarios que os habéis inscrito a la marcha, un pequeño gesto de cada uno que sumado al de todos lo hace grande. Es el tercer año que asistimos y siempre que podamos volveremos sin duda. Y dar las gracias a la organización por tratarnos de maravilla y por el esfuerzo que lleva el hacer un evento con la asistencia de más de mil personas ¡¡GRACIAS!!.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la Marcha BTT IV Ruta solidaria La Paca No Caminaréis Solos: