photo_2016-02-08_18-57-11Hola amigos de Comunidad Biker MTB soy Paquito206 y esta es mi historia con el Buitre.

Hace algún tiempo (mes y medio más o menos) un amigo de Cehegín llamado Antonio de Maya se puso en contacto conmigo para comentarme que en Moratalla hay un buitre que acecha a los ciclistas y que el día 7 de Febrero había una marcha en la que se intentaría burlar a dicho ejemplar carroñero. Por lo que tras unas deliberaciones los miembros de esta nuestra comunidad decidimos unirnos a este reto, entre los que se encuentran Alonsojpd, Patricia, Ivanfly y un servidor.

Dia 7 de Febrero de 2016, 5:50 am me despierto 10 minutos antes de que sonara la alarma y me pongo en pie para ir a por el buitre, perneras fluorescentes, culotte de ciclista, camiseta térmica, maillot de ciclista y chaqueta de ciclista, vamos lo normal para ir a buscar buitres, además de la mochila con las prendas para mi posterior higienización tras el encuentro con el pajarillo ese. Salgo de casa y me dirijo a la panadería en busca de mi desayuno, un par de napolitanas y un par de zumos, y emprendo mi camino hacia nuestra sede en Molina, allí estaba Patricia en su coche y entramos a la sede donde dormitaba Alonso y mientras aprovecho para tomar mi desayuno.

Ya todos listos y preparados procedemos a montar las bicis en la furgoneta del «pápa» mientras unas gotas de lluvia caían sobre nuestras cabelleras, para emprender el viaje hacia Moratalla, así que eso es lo que hicimos, salir hacia Moratalla.

Llegamos a nuestro destino tras unas risas y charlas profundas y filosóficas por el camino, sobre las 8:45 am y empezamos a buscar sitio para dejar la furgoneta y sacar nuestras máquinas buitreras, encontraándonos a nuestros amigos de Los Simao haciendo lo propio. Una vez sacadas las máquinas y teniendo todo listo nos dirigimos a El buitre Moratallapor los dorsales que permitirían nuestra identificación en caso de ser devorados por la rapaz carroñera. Saludamos a más amigos nuestros y nos encontramos con nuestro comunitario Ivanfly que estaba preparándose para esta aventura, al igual que nosotros. Nos reunimos con nuestros amigos Antonio, Ricardo, Cristóbal y Mari Mari, con los que nos echamos las primeras fotos del día.

Comienza a sonar por megafonía la voz que nos indica que ya podemos pensar en colocarnos en la salida, que el buitre ya estaba despierto. Formado el pelotón buitrero sobre las 10:05 am nos ponemos en marcha. A partir de aquí comienza una bonita historia cargada de fantasía e ilusión.

Salimos de Moratalla en unas calles húmedas por las precipitaciones nocturnas y mañaneras producidas en la zona. Comienzo a pedalear a mi ritmo constante y sonante, dejando a mis compañeros en la retaguardia y, acompañado por Iván, nos adentramos en los primeros caminos adornados con almendros floridos. Aquí comienzo mi particular andadura en solitario avanzando posiciones en busca de la cuesta donde el buitre tiene su particular cazadero, una cuesta empinada, resbaladiza en tramos por el barro, piedras y raíces y dura.

A mi ritmo sigo escalando posiciones entre la multitud sufriendo un poco pero no mucho pues, como sabéis, estoy más fuerte que uno que esté menos jejeje. Tras llegar al punto alto de la marcha en la sierra de Moratalla, comienzan las sendas de bajada entre los árboles, donde disfruté como un niño chico. También me encontré con caminos en los que me tocó sufrir algo, debido a que el barro de Moratalla no es como el de Molina y en las curvas notaba como mi rueda delantera se deslizaba por donde yo no quería, lo que me hizo poner el pie en algún punto, cosa que me chocaba bastante pues adoro el barro como bien sabéis. Pero este barro era diferente, creo que es una mezcla preparada por el buitre para dar caza a los ciclistas jejeje. Solventados los problemas de deslizamiento, después de un par de resbalones se termina por cogerle el gusto y termino controlando la situación.

Ya circulando más comodamente voy charlando con más compañeros ciclistas y sigo con mi particular escalada de puestos por las zonas de caminos y pista forestal, donde por desgracia vi como un compañero había sufrido un accidente que espero que quedara en un susto feo, pues la cara la tenía bastante ensangrentada.

Sigo mi camino por los bonitos caminos y sendas en donde una de estas era algo más técnica pues estaba repleta de piedras húmedas propias de una rambla mojada jejeje. Solventando este tramo, con mi particular pericia en la bici, salgo de esta senda y me encuentro con el avituallamiento en donde, sin parar, cojo un plátano que me ofrecía un niño con gran entusiasmo, a una mano. Sigo con mi camino pelando el plátano como puedo y me lo como por aquello de que no me picara el pollo.

Continuando por la pista y escalando puestos como si no hubiera un mañana, llego a una nueva zona de sendas muy bonitas (para mí si es senda es bonita jajaja), en las que hago uso de mi destreza y habilidad para circular en estas zonas, eran sendas de subida, de bajada, de acelerarse a más no poder, de frenadas bruscas, derrapes estabilizadores… en fin disfrutando a lo loco.

Tras una subida, llego al tramo de carretera donde desciendo un par de kilómetros a una velocidad vertiginosa jejeje y llego a la zona de pista nuevamente. Una pista que unos metros más adelante se empinaba de manera brusca, así que a subir que toca. Pero ¡qué sorpresa la mía! cuando en plena subida noto como unos buitres pequeños me picaban en la zona de los «isquios», aprovechando que en la bajada por carretera las piernas se me quedaron frías. Los conseguí espantar poniéndome de pie en la bici y tirando de fuerza, si no se espantan así me hubieran picado bien jajaja.

Ootra vez con las piernas en su temperatura óptima de trabajo sigo ascendiendo, animándome a mí mismo (en voz alta diciendo «vamos paco que en peores plazas has toreado»), seguramente asustando a las personas que me seguían, pensarían que estaba loco y razón no les faltaba, de hecho esta situación también se repitió en la cuesta del buitre jajaja.

Era ya la parte final de la marcha cuando otra vez entramos en más sendas de esas bonitas, de subir y bajar de frenar y derrapar, de saltar y dar trastazos, lo que se dice un gozo. La megafonía se escuchaba entre los árboles, lo que me llevó a la conclusión de que ya estábamos en el sitio.

Con pena por que se acababa lo bueno y con gozo y alegría porque concluía la marcha, salgo de la última senda y me encuentro conEl buitre Moratalla una cuesta en carretera que subí con un extraño ruido en la transmisión de mi bicicleta. Ruido que me acompañó en gran parte del recorrido, seguramente debido a la suciedad acumulada en la transmisión. Aunque no me impidió la realización de la marcha, como sabéis, la Megamo Natural es indestructible, puede que gruña, pero al igual que yo es cabezona dura y terca.

Subo la cuesta y entro al pueblo dirigiendome raudo y veloz hacia la línea de meta, donde realizo mi entrada triunfal propia de un ganador (con los brazos en alto al estilo del final de la etapa). Aclamado por el público que allí se encontraba. Terminando la prueba de 45 km y 1400 m de desnivel positivo en un tiempo de 2h 50m 17s y en la posición 144 de la clasificación general.

Justo en el final de las vallas me encuentro con los hermanos Conde, con los que comento anécdotas  de la prueba y demás cosas. Tras la amena charla me dirijo a la zona de repostaje y allí me encuentro con Mari Mari y Cristóbal, con los que también tengo una amena charla. Cristóbal me indica dónde estaban los diferentes víveres y paso a tomar un plátano y un vaso de bebida isotónica, que después acompañé con un suculento plato de macarrones.

Mientras tanto fui a la línea de meta a esperar a mis compañeros y a seguir charlando con más amigos como Rafa, Manolo, Eva, etc.. Veo que llega por el horizonte nuestro comunitario Ivanfly, así que tomo mi móvil y le hago la correspondiente foto de llegada aEl Buitre Moratalla meta, pues luego esas fotos da gusto verlas.

Ya acompañado por Iván seguimos esperando al resto de compañeros haciendo las fotos de llegada a Antonio, Ricardo, Patricia y Alonso.

Aparcamos las máquinas en una pared y vamos a la zona de víveres para que los chicos coman algo. Charlando sobre lo ocurrido en la marcha, gastando bromas, contando chistes, en fin, lo que se hace después de un marcha MTB.

Tras ver la entrega de premios nos dirigimos al coche, despidiendonos de nuestros amigos y de Carmen, una chica que acompañó a Patricia y Alonso durante la marcha. La conocí justo al final, pero ellos sí charlaron con ella durante bastante tiempo. Montamos las bicis en la furgo y nos volvimos a Molina.

Solo me queda decir que fue un día precioso, agradable y ameno, tanto en el clima como en la compañía. La verdad es que es divertido esto de las marchas MTB BTT y más cuando vas con buenos amigos como es en este caso. El Buitre nos sobrevoló pero no nos cogió a ninguno (que yo sepa) así que espero poder repetir esta experiencia en futuras ediciones.

Un saludo de vuestro amigo Paquito206, besos y abrazos para tod@s.